Para Cameselle, la valoración del segundo año del Cunqueiro es la misma que el primero: "No cumple las expectativas, por ejemplo, en cuanto a camas, no ha logrado remontar y tiene múltiples carencias". Y para sostener su postura indica: "No hay más que ver que seguimos teniendo las listas de espera más largas de Galicia". Coincide en que "sale adelante por los profesionales" y lamenta que se mantiene el "déficit estructural" de plantilla. No encuentra avances: "No vemos que se haya mejorado en espera ni en calidad". Entiende que el hospital está en una situación "delicada" porque "primó lo económico sobre lo asistencial". Sostiene que el canon que se paga a la concesionaria por la construcción del edificio y la gestión de los servicios no sanitarios está repercutiendo en la atención, al entender que detrae recursos de otras inversiones necesarias. Responde que lo que le hace falta al Cunqueiro es que "venga un gobierno decidido a coger el toro por los cuernos, reconozca la equivocación, rescate al hospital de un modelo que hoy ya está desechado y apueste por uno de sanidad pública".