La posibilidad de que el transporte urbano pueda "salir del municipio de la capital y dar servicio a otros concellos limítrofes es una de las vías que se abre", explicó el alcalde, Jesús Vázquez, en relación a la puesta en marcha del futuro transporte metropolitano en la comarca de Ourense que sigue sin arrancar, pese a que el plan acumula un retraso de más de veinticinco años.

Para aclarar que se trata de un proceso que deberá contar con la autorización de la Xunta, además de un acuerdo entre los concellos implicados, también con la futura empresa concesionaria del servicio municipal, ya que se encuentra en fase de adjudicación, toda vez que el servicio se viene prestando en precario al caducar el anterior contrato hace más de dos años.

Una posibilidad sobre la que se pronunció el regidor al término de la reunión de la junta de gobierno local, y al ser preguntado sobre la situación en la que se encuentra el transporte metropolitano y su puesta en funcionamiento, prevista para finales de agosto. Además de la "complejidad" que tiene el proceso, que deberá concretarse "a través de la vía del diálogo", Jesús Vázquez dejaba claro que otra de las cuestiones que se deben abordar es que ese "servicio tiene que ser pagado", ya que el Concello de Ourense "no puede salir perjudicado".

Nueva concesión

Por lo de pronto, en el pliego de condiciones técnicas y administrativas del concurso para la adjudicación del transporte urbano, que según indicó se encuentra en el servicio de Intervención, ya se contempla esa posibilidad, la de que se pueda ampliar el servicio a otros municipios limítrofes. Pero deberá pasar por un proceso de negociación en el que se deben tener en cuenta los intereses de los concellos y las empresas, aunque reconoce que "supondrá un importante beneficio para los ciudadanos" en todo lo relacionado con los desplazamientos.

Una referencia directa a un servicio de transporte metropolitano del que formarán parte, en una primera fase, los concellos de Coles, San Cibrao das Viñas, Punxín, Barbadás, Pereiro de Aguiar, Toén y Amoeiro, junto con el de la capital.

Se trata, en definitiva, de prestar servicio a una población de 137.250 potenciales usuarios de los que el 78% corresponden a la ciudad, con 107.000 habitantes, según los datos que maneja la Consellería de Infraestructuras e Transportes.

Otra de las referencias que hizo el alcalde fue al ahorro, "de hasta 280 euros mensuales para los usuarios del transporte metropolitano", además de permitir la movilidad entre esos municipios que forman parte de la comarca de Ourense, y por el que vienen luchando los concellos, algunos de los cuales llegaron a implantar su propio servicio que debieron retirar ante la imposibilidad de mantenerlo por su alto coste económico.

En cuanto a las sucesivas demoras que tiene la puesta en funcionamiento del transporte metropolitano, Jesús Vázquez reconoce que son muchos años los que se lleva en fase de espera, aunque reconoce que "no es una cuestión política", debido a que todos los concellos, de diferentes colores políticos, están de acuerdo en la necesidad de que se ponga en marcha. Por lo que esgrime la "complejidad" que existe, sobre todo debido a las concesiones de rutas que existían.

El transporte metropolitano se ha convertido en otro de los focos de polémica entre el gobierno popular y la oposición. Así, una de las críticas que se realizan desde el grupo socialista, y sobre las que dicen venían advirtiendo, es que se pretende "imponer un convenio en connivencia con la Xunta", que entienden "dejaría de lado los intereses de los ciudadanos de Ourense y del que ni siquiera se informó y se consensuó con los grupos políticos representados en la Corporación, ni fue asunto de debate en la Mesa de Movilidad del Concello".

La postura que mantiene el PSOE es que su aprobación debería llevarse al pleno municipal, al considerarse un gasto plurianual", por lo que su aprobación por parte de la junta de gobierno local "responde a otro interés que no sea de que el PP quiere llevar adelante el convenio que les interesa con fines puramente electoralistas".

Aunque consideran que "lo más grave de todo es que se vulnera la autonomía municipal", así como que "las prisas hagan que se olvide dar solución a cuestiones técnicas y a las necesidades de movilidad que plantea la ciudad", en alusión a que en estos momentos no se sabe dónde se van a situar los nuevos intercambiadores, cómo afectará y cómo se reorganizará el flujo circulatorio de la ciudad, cuáles serán las consecuencias que repercutirán en la actual y futura concesionaria de autobuses urbanos, entre otras cuestiones que son relevantes.

Pero en función de cómo se están desarrollando los acontecimientos, las críticas ahora se dirigen hacia la Xunta, especialmente a la conselleira Ethel Vázquez, por su "incapacidad" para poner en marcha el metropolitano, pese a los reiterados anuncios.