María Belén Rodríguez Estévez (57 años) fue vista por última vez la tarde del 7 de abril, en la estación de autobuses, en estado de perturbación, tras días sin comer. El día siguiente, su bolso fue localizado en el cementerio de As Caldas. El vigilante del camposanto lo entregó a la Policía Local, pero estuvo en objetos perdidos 33 días hasta que en una segunda comprobación la jefatura se dio cuenta de que era de la desaparecida (en la primera aún no se había presentado denuncia). Al lado del cementerio, en el solar de A Chavasqueira, las máquinas derribaron tres casas abandonadas -aunque utilizadas como infraviviendas-, entre el 4 y 11 de abril. Ayer, perros adiestrados de la Policía Nacional recorrieron el solar así como la planta de Leiro donde se enviaron los escombros, por si la mujer hubiera buscado allí refugio y la demolición la hubiera atrapado. La inspección con guías caninos no arrojó resultados.

Pero el trabajo policial continúa. La comisaría de Ourense aún no descarta que la ausencia de la mujer se deba a una marcha voluntaria, pese a que en su bolso estaban su documentación y varias tarjetas de crédito -por esto último también se descarta la hipótesis de un robo-, y a que en su casa dejó sus teléfonos. Solo faltan las cartillas bancarias, pero no consta movimientos de dinero. Para la comisaría, el bolso se colocó junto a la fuente del cementerio "para que fuera encontrado". La Policía pidió colaboración para dar con quien lo colocó allí, pero por ahora nadie ha contactado.

Los móviles serán examinados. La Policía requerirá a la compañía el listado de últimas llamadas pero además el posicionamiento del terminal según los postes con los que entró en contacto. Según explicó ayer el comisario, Antonio Álvarez Valencia, el plan ahora es estudiar los pasos de Belén Rodríguez entre los días 1 de abril y el 7 o el 8. Una vez ubicadas las comunicaciones por los postes telefónicos, "recorreremos esos sitios para ver si alguien nos da algún tipo de información", añadió el jefe provincial de la Policía.

A principios de mes la mujer asistió a Barcelona una reunión de un grupo sectario con el que se relacionaba la desaparecida. Aunque la investigación no vio pruebas de instigación en ese entorno -este colectivo está clasificado como "no destructivo"-, en el análisis de teléfono se prestará atención a los lugares que recorrió en la capital catalana. "Nos interesa mucho", expresó el comisario.

Menos credibilidad otorgan los investigadores a una pista sobre la ourensana aportada por un testigo que dijo haberla visto el viernes día 7 en la Plaza Maior, en dirección a Xardín do Posío. Según su descripción, la mujer llevaba otra ropa a la que detallaron los jóvenes de la estación de autobuses, por lo que se cree que el informador pudo confundirse de día.