Para que ratas y demás roedores callejeros no proliferen sin control en Ourense, el ayuntamiento ha colocado los dos primeros dispositivos "inteligentes" que monitorizan a estos animales las 24 horas, activándose cuando detectan su presencia o el calor corporal. El primero, instalado en la calle Doctor Peña Rey en septiembre pasado, lleva ya más de 207 activaciones, con una media de 2 al día desde el mes de marzo. La última fue el jueves a las 10 de la mañana. En la calle Xosé Luis López Cid, en el barrio de A Ponte, el segundo dispositivo registra solo 10 alertas desde marzo, por lo que el Concello de Ourense busca un nuevo emplazamiento en una zona de la ciudad con mayor densidad y actividad de roedores.

Según el gobierno local, el área de Medio Ambiente de la ciudad de As Burgas intensificará los tratamientos preventivos de desratización y desinfección en todo el término municipal, con una primera fase "de choque" durante este mes. Las ratas "vuelven a aparecer" en diferentes puntos de la ciudad en primavera, admite el Concello.

Tras la primera fase intensiva de desratización durante mayo, el ayuntamiento aumentará de nuevo los controles en los meses de julio y septiembre. Durante el resto del año se llevan a cabo tratamientos de mantenimiento y actuaciones puntuales en caso de denuncias o avisos de los vecinos.

A los procedimientos más tradicionales, el ayuntamiento ha sumado dos dispositivos inteligentes, dotados de un sistema que monitoriza a los roedores permanentemente. Las trampas se activan cuando los sensores detectan la presencia de roedores, bien por su movimiento o bien por el calor corporal. Un sistema interno de varillas metálicas impacta contra la rata, causándole la muerte de inmediato. La trampa vuelve a estar lista de inmediato después de cada activación.