Carlos Campos lleva apenas dos meses al frente de la Concejalía de Participación Ciudadana y puntualiza que "todas las asociaciones tienen su propio local y aunque los concursos queden desiertos, el tema se está solucionando por otras vías".
Sin embargo uno de sus objetivos " sería conseguir que se unan las asociaciones de los barrios pues nos suponen un alto coste solo en pago de alquileres, sin contar otros gastos añadidos".
Advierte el concejal de Participación Ciudadana que "al menos la mitad de las asociaciones están en locales que son propiedad del Concello, pero al haber tantos colectivos vecinales, hasta cuatro en un mismo barrio, pagamos en alquileres unos 170.000 euros anuales; y eso es mucho".
Pone como ejemplo ciudades como Vigo "donde, con casi el triple de vecinos que aquí, hay la mitad de asociaciones vecinales; eso es un ejemplo de lo que deberíamos hacer aquí".
Además a esos 170.000 euros se suman otros 50.000 euros para cada colectivo, dirigidos a los que realizan durante el año "y eso ya dependiendo de las actividades que hacen así como monitores para realizar cursos".
