El Concello de Ourense prepara un proyecto de renovación de la alameda do Cruceiro, en pleno centro urbano, "un proyecto que llevará su tiempo, no va a ser algo inmediato", según el alcalde, pero con el que , según otras fuentes municipales consultadas, pretenden dejar atrás las situación de marginalidad y abandono que define desde hace unos años a una de las más emblemáticas zonas verdes de la ciudad, hoy un erial que es desde hace ya varios años, en "dormitorio" al aire libre de vagabundos y, y según los vecinos "en uno de los picaderos de la ciudad" .
Un abandono enquistado, que el actual gobierno local reconoce ha heredado y quiere solventar en cuanto la maniobrabilidad presupuestaria lo permita. Han pasado ya más de media docena de gobiernos municipales por el Concello a lo la largo de veinte años, sin que se haya llevado a cabo una obra de mejora integral de un espacio verde (de verde ya le queda poco , y con una colección juegos infantiles deteriorados, que conservan todavía el suelo y elementos otros elementos descartados en los parques actuales.
La situación es límite y la propia oposición trasladó las quejas vecinales al gobierno local en el pasado pleno municipal, pues con el vallado de la zona por las obras de la calle de Concejo, otro proyecto que los vecinos demandaban desde hace lustros, el entorno del parque ha quedado todavía más aislado.
Ayer, a última hora de la tarde, un momento en el que cualquier otro parque urbano estaría lleno de niños, no había nadie en sus bancos, ni mayores descansando, ni niños jugando en los columpios.
Suelo de tierra; juegos infantiles desgastados, bancos desvencijados y un aspecto general de total abandono, son la seña de identidad desde hace lustros de la Alameda do Cruceiro. "Y eso que pese a que es la única zona que tienen niños y mayores en ese conjunto de calles de Progreso, para distraerse", indica Mercedes Alcalá, presidenta de a asociación de vecinos de la zona centro de la ciudad.
Recuerda que esta es una de las r vindicaciones más antiguas de los vecinos de la zona centro "junto con la de la mejora de la calle de Concejo, que ahora al fin está realizando el actual gobierno" explica.
Las obras de Concejo eran la reivindicación histórica d unos vecinos hartos de los problemas que provocaba el tráfico por una calle cuyo firme estaba seriamente deteriorado, lo que aumentaba los decibelios que generan los vehículos que transitan por la zona, una de las de mayor densidad de tráfico, dificultando incluso el descanso en horas de la noche.
"Los vecinos de ese tramo de calle entre la Alameda y el edificio del centro de salud, t también habían presentado muchas quejas por el abandono de los árboles, descuidado, que le quitaban la visibilidad, pero lo que más preocupa es el deterioro del parque y el tipo de personas que pasan el día refugiados allí", indica Alcalá.
