De modos solitarios y reservada, pero activa y con inquietudes. Le gusta leer en cafeterías, el Liceo o la biblioteca, va el teatro y aprovecha las vacaciones para irse de viaje. Pensaba en Irlanda para perfeccionar su inglés. Estos días quería colaborar con la parroquia de su barrio de Ourense, en O Couto, con motivo de la novena de Fátima. Socorro Pérez Rodríguez no aparece superadas las 72 horas y su familia tampoco halla explicación. No han trascendido avances por parte del Servicio de Atención a la Familia (SAF), la unidad de Policía Judicial de Comisaría que investiga el caso. "Ahora mismo es un misterio", expresaron fuentes policiales. En su móvil no hay llamadas ni mensajes sospechosos. Antes de salir a correr el sábado por la tarde -fue vista en el Paseo de las Ninfas, entre Vistahermosa y Reza, con ropa deportiva-, Socorro dejó la cena a descongelar. En su piso apareció una lista con las tareas de esta semana, además del terminal, su cartera y sus gafas. Dejó en el buzón las llaves del piso y se llevó un cordón con las del cajetín y el portal. Varios indicios apuntan a que pretendía volver, como un día más.

Medio centenar de efectivos entre Protección Civil, los Bomberos, el Cuerpo Nacional de Policía, la Policía Autonómica, más la unidad canina de la Guardia Civil, dedicaron todo el día de ayer a buscar cualquier rastro sobre el paradero de esta ourensana de 43 años. A la búsqueda intensiva por las rutas y caminos que solía frecuentar como aficionada a caminar y hacer deporte, se suman cada vez más mensajes de apoyo y de colaboración en las redes sociales. También se filtran rumores sobre el supuesto hallazgo de un cuerpo, descartados por las autoridades. Su familia pide la ayuda de los ciudadanos. Solo tiene una convicción. "Socorro no se marchó de forma voluntaria", expresaba ayer Jesús María Pérez, primo político.

Su prima Paula maneja una hipótesis. "Creo que ni fue un accidente ni un suicidio, sino que se cruzó con alguien, conocido por ella o no, y entonces sucedió algo". "Llamé a todos sus contactos de su teléfono móvil y nadie sabía nada". Paula también descarta la posibilidad de otros contactos. "Ella no tiene whatsapp, ni redes sociales ni correo electrónico, por lo que está descartado que fuera por internet".

"Meticulosa y ordenada"

La ourensana tuvo su última relación conocida hace muchos años, aunque conocidas aseguran que vivió otras más reciente hace unos años. La familia añade que "hace 5 o 6 años" se medicaba porque se encontraba decaída, "pero solo estuvo un mes de baja; nunca volvió a faltar al trabajo". En esa búsqueda de respuestas sobre lo que puedan desconocer de su vida, la madre se ha puesto en contacto con el psiquiatra que la trató en el pasado. Hace más de dos años que no estaba a tratamiento. En la adolescencia, Socorro se ausentó "1 o 2" días de casa; en un hecho aislado para la familia que no casa con su vida "meticulosa y ordenada". Los parientes seguirán contactando con compañeras de trabajo y amigas del colegio en busca de cualquier dato que ayude.

Solo distan unos 500 metros entre el piso donde la mujer vive sola desde hace años en la calle Álvarez de Sotomayor, en el barrio de O Couto, y la vivienda de sus padres septuagenarios en el núcleo rural próximo de Rabo de Galo. Después de comer con ellos el sábado a mediodía, Socorro volvió a casa, durmió la siesta -la cama donde acostumbra apareció deshecha- y salió a hacer deporte con mallas de color negro y un chubasquero rosa.

La familia tardó un día en percatarse de su ausencia. Socorro, que trabaja como limpiadora en la Universidad Laboral, había quedado con su madre en que juntas acudirían a pasar la tarde en un balneario en Ferreira de Pantón (Lugo). La progenitora timbró y no obtuvo respuesta. Tras hablar con los vecinos, pudo entrar en casa. No había rastro de Socorro, por lo que presentaron denuncia en la Comisaría Provincial.

El operativo desplegado ayer rastro los 15 kilómetros de la orilla del Miño a su paso por Ourense, entre el embalse de Velle y la zona termal de Outariz. Además, Bomberos y efectivos de Protección Civil de la ciudad, Barbadás y Castrelo de Miño ampliaron la búsqueda a los caminos entre Vistahermosa y el monte del Seminario, limítrofes con los concellos de Barbadás y Toén. Aquí la maleza dificulta la visibilidad. Vecinos de la zona afirmaron a los efectivos que conocen a Socorro de sus paseos casi diarios. Siempre va sola, corroboraron.

Búsqueda en el cauce del río

En una batida desde la mañana a la tarde, no apareció ningún indicio, según Protección Civil. El operativo pretende extender la búsqueda, desde esta mañana, al cauce del Miño, con motos de agua y zódiac.