Una de las asignaturas pendientes del grupo socialista, que gobierna en minoría el Concello después de que rompiese el bipartito con sus exsocios los nacionalistas, es la aprobación de los presupuestos, en este caso los de 2014, ya que en la actualidad se funciona con los prorrogados de 2012.

Y aunque no hay fecha concreta para que se pueda llevar a su aprobación inicial el borrador, con 101 millones de euros, después de que la Intervención los devolviera por "defectos" en varias partidas, el alcalde, Agustín Fernández, tiró de optimismo al dejar constancia de que espera poder "llegar a acuerdos con la oposición", sin especificar con qué grupo político.

Pero aprovechó para dirigir reproches y críticas por la postura que mantiene, con la petición expresa de que "dejen de poner palos en las ruedas", y opten por una actuación que vaya encaminada al acuerdo y permita sacar adelante un presupuesto "ambicioso", sobre el que ya puso sus objeciones la intervención, así como los grupos municipales. Es por eso que, por más que el alcalde reclame que "no se pongan excusas y propuestas imposibles", todo parece indicar que su aprobación se llevaría por la vía de la junta de gobierno.