La competencia asiática se ha convertido en un bache infranqueable para muchas empresas fabricantes de ataúdes que se han visto obligadas a cerrar en los últimos años. Si España, junto con Estados Unidos e Italia, son los principales productores mundiales de féretros, Ourense y Valencia son en el mercado nacional las provincias con mayor volumen de negocio y las que están tirando para que el Gobierno habilite un código arancelario propio (Taric) que controle la entrada de la competencia. Ataúdes Gallego está en la asociación española Iberataud que persigue la implantación de este código. Solo 12 empresas del país, tres de ellas de Ourense, forman parte de esta asociación que garantiza el cumplimiento de la normativa española y el origen nacional del producto a través de una etiqueta. Además, Ataúdes Gallego ha patentado sus modelos más innovadores para evitar copias de baja calidad.