Fueron días especialmente tensos en el seno del grupo municipal socialista, que centraron más sus esfuerzos en la lucha partidaria que en apuntalar la gobernabilidad del Concello de Ourense, como le reprochan de forma reiterada y al unísono los grupos de la oposición -PP, BNG y DO-, y que tuvo una deriva de enfrentamiento.

Así, de nuevo la contabilidad del grupo socialista se convirtió en el epicentro del conflicto. Y mientras los "paquistas" centraban sus críticas en la "filtración", los "pachistas" en los reveladores datos de los que tuvieron conocimiento después de pedir las cuentas. La máxima tensión, con enfrentamiento directo, se produjo en una reunión que mantuvo el alcalde, Agustín Fernández, y la edil de Medio Ambiente, Susana Bayo, a la que acusaron ante Ferraz de "filtrar" la contabilidad.

Puestas así las cosas, Agustín Fernández trasladó una amenaza directa, en el sentido de posibles ceses de concejales del gobierno, y que señalaban a Bayo. La réplica no se hizo esperar, y la advertencia fue clara, y que pasaba por exigir de inmediato la marcha de determinados cargos de confianza que tiene asignados el alcalde, y que señalaban a la secretaria particular, Natalia González, y sobrina política del exregidor, y al asesor con cargo al grupo, Antonio Vallejo., así como la edil no electa, Carmen Rodríguez.