La Fiscalía de Ourense llevó ayer a una madre a juicio por un presunto delito de abandono de familia. "Se desentendió absolutamente de las obligaciones educaciones de la menor en el ámbito escolar", reprocha el ministerio público a I. E.V., una madre de 35 años de edad que se enfrenta a tener que abonar una multa de 1.080 euros.

La mujer acudió ayer a juicio al Penal Número Uno de Ourense y la Fiscalía mantuvo terminada la vista la petición de condena para la madre. Según refleja en el escrito de acusación del ministerio público, la mujer incumplió presuntamente las obligaciones que marcan la patria potestad de su hija de 12 años cuando ocurrieron los hechos.

La progenitora, supuestamente, se desentendió del avance de la niña en el colegio y de sus necesidades. La Fiscalía de Ourense relata varios ejemplos para argumentar ante la juez de lo Penal la pertinencia de una condena. "A modo ilustrativo, dejó de solicitar los impresos para ayuda para libros, no justificó pese a la insistencia del centro escolar los justificantes de la falta de ingresos para poder utilizar los servicios de comedor escolar; ni acudió al colegio para interesarse de la sanción impuesta a la niña de dos días de separación del colegio ante su reiterada indisciplina", señala el escrito de la acusación pública.

Asimismo, el fiscal asegura que la acusada no acudió "ni a recoger las notas de la primera evaluación pese a ser reiteradamente llamada por ello". La vista oral celebrada ayer queda pendiente de sentencia.

No fue el único caso de supuesto abandono de menores que ayer llegó a juicio. Dos progenitores se enfrentan igualmente a una condena por las faltas al colegio reiteradas de su hijo menor de edad durante dos cursos. Según el relato de los hechos presuntamente delictivos que el fiscal plasmó en su escrito judicial, los progenitores acusados consintieron presuntamente que su hijo no asistiera regularmente a clases al instituto Portovello, donde estudiaba 1º de la ESO en el curso académico 2009-2010.

El absentismo del menor también se prolongó al año siguiente tras pasar a estar matricular en el instituto de A Carballeira. En el primer curso acumuló ausencias desde octubre a mayo, llegando a faltar a un 88% de las horas lectivas y como mínimo a cuatro de cada diez, como sucedió en el primer mes de curso. Al año siguiente sumó faltas desde septiembre a mayo, con máximos de hasta el 80% y mínimo del 20%, ninguna con justificación.

En este caso la Fiscalía solicita una multa de 1.440 euros