Los datos no dejan lugar a dudas. Ourense es la provincia que tiene el índice más bajo de Galicia y España de cobertura de las prestaciones por desempleo. Así, la medía de la tasa de cobertura de las personas que se encuentran en paro está entorno al 60 por ciento, dos puntos menos que la media gallega, una diferencia que se incrementa sustancialmente con la media estatal, ya que es 13 puntos inferior, tal y como recoge el Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo e Inmigración.

A finales de febrero del presente año la provincia tenía un total de 24.232 desempleados, de los que sólo 14.642 recibían una retribución económica de la Seguridad Social. Esto supone que de nuevo se produjo un incremento en la cifra de parados, así como la precariedad laboral, como subraya el secretario provincial de UGT, José Luis Fernández Celis.

Con estos datos, y teniendo en cuenta el bajo nivel de industrialización que tiene Ourense respecto a otras provincias de Galicia, las perspectivas de futuro “son mucho más inciertas”, con especial incidencia en todas aquellas personas que están cobrando el paro y las que no tienen ningún tipo de ingresos después de perder su puesto de trabajo.

De ahí que Fernández Celis considere que una de las prioridades para superar esta situación pase por dotar con un mayor presupuesto el Salario de Inserción Laboral, debido a que según los datos de que dispone el sindicato no habrá fondos para atender todas las posibles solicitudes que se presenten.

Es una petición al Gobierno gallego, dentro de esa “discriminación positiva con Ourense que anunció el nuevo presidente de la Xunta, Núñez Feijóo”, indicó.

Sostiene Fernández Celis que es clave incrementar esa prestación económica, así como la formación, a través de los Itinerarios personalizados de inserción.

Aumento de los expedientes de regulación de empleo

Las consecuencias de la crisis tienen su constatación en la provincia con el importante aumento de los expedientes de regulación de empleo en 2008 respecto al año anterior, así como los que se produjeron en lo que va de año, sobre todo en las empresas relacionadas con el sector de la automación.

Las cifras son reveladoras, pues mientras en 2007 el número de trabajadores afectados por extinción de contrato y por suspensión y reducción de jornada fue de 97, en 2008 la cifra fue de 278 trabajadores, en los 21 expedientes de regulación de empleo, según los datos del Ministerio de Trabajo.

Una situación que se vio agravada durante el primer trimestre del presente año, en el que se produjeron nuevos expedientes de regulación de empleo, que afectó a más de 200 trabajadores de empresas auxiliares del sector de automoción, la mayoría por suspensión y reducción de jornada, que podrían, de no mejorar la situación, en un plazo corto de tiempo a ser trabajadores en paro. Una situación que también se contrata en el sector de la construcción.

La tendencia no invita al optimismo, como reconoce Fernández Celis, sobre todo en una provincia que no cuenta con una consolidación industrial, de ahí que “la crisis tenga una mayor repercusión”.