La Federación de Agentes de Tráfico de Ourense denuncia que hay tres radares fijos en la provincia que llevan sin funcionar más de un año, una situación que va en detrimento de la seguridad de los propios ciudadanos.

En este sentido, afirma que los radares afectados son el de la A-52 en el kilómetro 252 a la altura de Ribadavia en sentido Vigo, el de Punxín en la N-541 en el 13,600 hacia Ourense y el de la N-540, la carretera entre Celanova y Portugal en el punto 6.70, todos con las cabinas vacías, cuando debían funcionar de manera rotativa coordinados desde el Centro de Gestión de A Coruña.

Asimismo, la Federación de Agentes de Tráfico insiste en que dos de ellos concretamente el de “la N-541 y el de la N-540 no están bien ubicados, por qué no responden a lugares en los que se producen accidentes con víctimas”, además de precisar que “no se entiende porque se invierte dinero en cabinas sino se van a utilizar y quedan vacías”.

Un punto negro

Por otro lado, la Federación reclama que se coloque entre otros, un radar en el punto kilométrico 256 en la A-52, antes de llegar a Ribadavia en sentido Benavente, un lugar “que se puede considerar punto negro”, ya que falleció un joven de 23 años vecino de Ponteareas el pasado 22 de febrero de este año, y en otra ocasión dos personas de Celanova también perecieron en otro siniestro, quedando otro de los acompañantes que iba en el vehículo en silla de ruedas.

En este sentido, desde la Federación de Agentes de Tráfico se viene denunciando que en lo que se refiere a la señalización y colocación de radares, hay una falta de coordinación entre el Ministerio de Fomento y la Dirección General de Tráfico.

De esta manera, “se sigue con el mismo error”, y en cuanto a la señalización de 33 viales peligrosos en Galicia antes del verano, “Fomento no se lo está tomando en serio, y este acuerdo nos parece más para salir al paso, pero no se sitúan en los puntos más conflictivos, porque el 223,9 de la A-52 no entraña tanto peligro como otras zonas”.

“Es que realmente -añaden- no sólo se trata de poner dos señales, sino de mejorar ese tramo de carreteras, aunque también reconocemos que el 90% de los accidentes es por un fallo humano”.

Finalmente, destacan que esta falta de coordinación influye en que la opinión pública en general piense que la “la ubicación de los radares, se basa en el afán de recaudación y no en el lugar con mayor índice de accidentes”.

Unos 209 conductores dan positivo en marzo

Un total de 209 conductores ourensanos dieron positivo en alcohol durante el mes de marzo, de las 14.933 pruebas realizadas por la Jefatura Provincial de Tráfico.

En este sentido, de los test de alcoholemia realizados a consecuencia de accidentes de tráfico, que fueron 231 sólo uno obtuvo un resultado positivo.

En cuanto a las realizadas por una infracción a una norma de tráfico, de las 663 que se efectuaron, unos quince conductores superaron la tasa de alcohol permitido en sangre. En lo referente a las efectuadas por control preventivo, de las 14.039, unas 193 fueron positivas.

La Jefatura Provincial de Tráfico destacó que del total de las pruebas realizadas, 8.672 se correspondieron a las noches y madrugadas de los fines de semana, vísperas y propios festivos, de las cuales 131 dieron positivo.

De esta manera, de los conductores que superaron la tasa máxima de alcohol permitida en sangre, 31 fueron puestos a disposición judicial por cometer un supuesto delito contra la seguridad del tráfico y 178 fueron denunciados a la Jefatura Provincial de Tráfico.

Por sexos, el porcentaje de mujeres que dieron positivo fue de 0,96% frente al 99,04% de los hombres, y por edades, los de más de 40 años representan el 45,5%, seguidos de los de 29 a 39, con un 33,5% y los de 18 a 28 con un 21,05%.