El Concello de Ourense aborda la renovación paulatina de la red de abastecimiento y saneamiento del municipio, un copioso y costoso trabajo que pasa por la reposición de las tuberías de fibrocemento, desfasada y prohibidas en la Unión Europea, una situación que afecta a más de 120 kilómetros de la red de traída subterránea cuya antigüedad provoca continuas roturas en la canalización y la consiguiente suspensión del servicio.

Las obras de mejora comienzan con el proyecto aprobado ayer por la Xunta de Goberno del Concello de Ourense, que permite renovar los servicios de abastecimiento y saneamiento en cinco calles de la ciudad. Se cuenta para ello con una partida de 251.000 euros y un plazo de ejecución de de cinco meses desde la adjudicación de la obra.

Las obras de mejora del abastecimiento y el saneamiento se realizarán en las calles Río Támega, Río Sil, Río Bibei, Río Arenteiro y Río Avia, todas ellas en la zona de O Vinteún. Los trabajos consistirán en la colocación de 900 metros de tubería de 315 milímetros, así como 160 metros de tubería de 400 milímetros para saneamiento.

Este proyecto incluye además la renovación de 62 acometidas de alcantarillado, así como de casi un centenar de abastecimientos existentes afectados por la renovación de esas conducciones .

En la actualidad la red de abastecimiento de la ciudad tiene 120 kilómetros de tubería de fibrocemento. El grosor de la misma oscila entre los 80 y los 150 milímetros, pero sobre todo es de dudosa calidad, motivo por el que debe ser sustituida antes del año 2010, según fuentes de la empresa concesionaria del servicio de aguas. Así lo establece el Real Decreto 140/2003, que regula la calidad de las aguas de consumo humano.

El problema de las tuberías de fibrocemento es que este es un material prohibido por directivas europea. Incluso la CIG ha hecho una campaña preventiva en Ourense para que los trabajadores que operen en labores de derribo de edificios o retirada de tuberías que lleven este material utilicen medidas especiales de protección.

El mencionado Real Decreto que regula la calidad de las aguas para el consumo humano establece que todo material que pueda cambiar las características físico-químicas o biológicas del agua no puede permanecer en contacto con ella.