El Festival Internacional de Curtametraxes de Bueu (FICBueu) inicia su semana grande con la proyección desde hoy y hasta el viernes de los 22 trabajos que competirán en la Sección Internacional. El certamen ha duplicado el número de sesiones (de las dos habituales a cuatro) para tratar de compensar en cierta medida las restricciones de aforo, que han dejado únicamente 82 asientos por pase, aproximadamente un tercio del total del auditorio del Centro Social do Mar de Bueu.

La respuesta hasta el momento ha sido muy positiva y para las sesiones de las 20 y las 22 horas apenas quedan un puñado de localidades sueltas. Los 60 abonos puestos a la venta por Internet se agotaron y a ellos hay que sumar alguno más expedido en taquilla. Hoy está garantizado el lleno -lleno de la nueva normalidad- en ambos pases, ya que en la tarde de ayer únicamente restaba una localidad por vender en cada uno de ellos. El panorama para el resto de la semana es similar, con dos entradas en cada sesión para mañana y tres para el viernes. Para el miércoles aún hay una entrada en el pase de las 22 horas y cinco en el de las 20 horas y el jueves quedan cinco localidades por vender a las 22 y tres a las 20 horas.

Por tanto, quienes quieran ver los cortos que lucharán por los galardones del certamen deberán acercarse a la sala de proyecciones antes, a las sesiones de las 18 y las 16 horas, cuyo ritmo de venta de entradas es más lento. Así, para el pase de las 18 horas quedan 56 localidades libres, que se convierten en 38 mañana, 46 el miércoles, 50 el jueves y 41 el viernes. En el caso del pase de las 16 horas las cifras son más discretas, con 69 entradas disponibles hoy, 77 mañana, 76 el miércoles y 75 tanto el jueves como el viernes. Las taquillas estarán abiertas de 15.30 a 22.15 horas para seguir despachando billetes.

Las encargadas de abrir la sección oficial del FICBueu 2020 serán dos piezas de dos directoras noveles, la palestina Farah Nabulsi con The present (El regalo), y la francesa Ariane Labed con Olla, además de la estadounidense Former cult member hears music for the first time (Exmiembro de una secta escucha música por primera vez), dirigida por Kristoffer Borgli, y de la coproducción franco-albanesa The Van (La caravana), del director Erenik Beqiri. Será a las 16, a las 20 y a las 22 horas, porque la organización ha decidido utilizar la sesión de las 18 horas para ofrecer otro paquete de cortos, en una dinámica que se mantendrá toda la semana. Los elegidos en este horario (podrán verse el viernes en las tres sesiones restantes) son Anna, de Dekel Berenson (Ucrania-Reino Unido-Alemania); Tío Tomás, a contabilidade dos días, de Regina Pessoa (Portugal-Canadá-Francia), Massacre, de Maité Sonnet (Francia), Il muro bianco (El muro blanco), de Andrea Brusa y Marco Scotuzzi (Italia); y I Väntan pa döden (Esperando la muerte), de Lars Vega e Isabelle Björklund (Suecia).