El batacazo que el Gobierno se pegó el jueves en el Congreso de los Diputados al rechazar la cámara su fórmula para el reparto a los Concellos del dinero que procede de la Unión Europea (UE) no sorprendió al alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, sino que se sintió satisfecho. Y eso que, como dice él, se siente representado en el Gobierno de la nación, pero cuando hay que criticarlo no duda en hacerlo. Asegura que lo que tiene que hacer ahora el Gobierno es derogar de una vez la denominada Ley Montoro, que es ese plan de ajuste que impide a los Concellos gastar los remanentes. El regidor afirma que Cangas nunca gastó los remanentes de tesorería, que siempre los destinó a lo que figuraba en la mencionada ley, a hacer frente a la deuda. No ocurrió lo mismo con otros ayuntamientos, que sí los utilizaron. Cangas nunca se lo planteó. Xosé Manuel Pazos afirma que solo empleó los remanentes que quedan de los planes de la Diputación Provincial.

El alcalde afirma que es partidario de que el dinero llegue de forma directa a los Concellos y que se deje gastar los remanentes, aunque sea fijando determinadas condiciones, con el fin de que "non se poda construir un mausoleo con eses cartos". Pone como ejemplo la situación en Educación. Afirma que la Xunta no gastó más dinero en la contratación de personal docente, sin embargo los ayuntamientos sí que tuvieron que contratar personal no docente para limpiar y desinfectar aulas. Considera que es el momento de demostrar que los Concellos no pueden ser siempre la cenicienta de todas las administraciones.