Las lluvias de los últimos días han puesto a prueba el saneamiento de Cangas y han provocado un suspenso rotundo al Concello y a la empresa concesionaria, primero por los problemas en el río Bouzós, que desemboca en el casco urbano, el domingo con el anegamiento del alcantarillado y ayer de nuevo con un vertido de fecales en plena fachada del casco urbano, junto a la playa do Sinal, en donde a pocos metros empezó a descargar por un aliviadero toda una alcantarilla, con agua sucia y restos de productos de higiene.

La estampa era desoladora ya que en la misma arena de esta pequeña playa estaban los niños del piragüismo. Los vecinos que alertaron de este vertido aseguraban el peligro que suponía para los niños que practicaban piragüismo ya que la alcantarilla que vertía al mar arrojaba todo tipo de porquerías y el agua desprendía muy mal olor.

El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, pidió explicaciones a la concesionaria del saneamiento y del abastecimiento, la UTE Gestión Cangas, que no tenía conocimiento de lo sucedido. Pazos también pidió a la Policía que realizara un informe, aunque en ese momento, con la marea más alta, ya no era visible, si bien después de ver el vídeo que grabaron los vecinos, dio orden de que se investigara las causas.

Lo cierto es que este foco de vertido no es desconocido en el Concello y lleva dando problemas muchos años. Pazos asegura que el casco histórico no vierte al mar, por lo que hay que descubrir el origen, que asegura que tiene que ser algo ilegal.

De igual forma, la presidenta de la Asociación de vecinos de Espiñeira, en Aldán, denunciaba ayer un nuevo vertido de fecales del bombeo del saneamiento en la playa de San Cibrán, que atribuyen a las fuertes lluvias. Esperanza Santomé no puede confirmar a qué hora se produjo pero asegura que cuando bajó la marea pudieron comprobar cómo los restos fecales estaban sobre la arena.

Asegura que lleva cinco años con el mismo problema y ya no sabe a quién dirigirse porque cuando lo denuncia en el Seprona y llama al cuartel siempre obtiene la respuesta de que el Servicio de Protección de la Naturaleza no se encuentra y que le pasan el mensaje. Asegura sentirse desbordada con el tema y que ya lo habló con la edil de Sanidade, Victoria Portas.

Por otra parte, las lluvias provocaron un socavón importante en la carretera de Espíritu Santo que los vecinos atribuyen a la rotura del alcantarillado. El socavón se abrió a la altura de la farmacia y tuvo que acudir la Policía Local y la Guardia Civil para regular el tráfico. También estuvieron trabajadores de la UTE Gestión Cangas, concesionaria del abastecimiento y saneamiento en el municipio.