La cuenta atrás hacia la "nueva normalidad" ha comenzado y pocas veces la vuelta al trabajo ha sido algo tan deseado y anhelado. La situación provocada por el coronavirus es tan excepcional que hasta esa cuenta atrás no acaba en cero, sino que empieza en la Fase 0. El pequeño comercio de proximidad ensaya desde ayer un sistema de atención al público basado en la cita previa y en protocolos de limpieza e higiene en la entrada, durante permanencia en el interior del local y la salida del mismo por parte del cliente. Peluquerías, jugueterías, zapaterías y diversos comercios del sector textil, entre otros, intentan recuperar las constantes vitales y dejar atrás más de mes y medio de cerrojazo y cero ingresos.

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El comienzo de la Fase 0 permite la reapertura de establecimientos de menos de 400 metros cuadrados de superficie, que deberán acometer una limpieza y desinfección al menos dos veces al día (una de ellas debe ser obligatoriamente al final de la jornada), ofrecer medidas de protección como gel hidroalcohólico, guantes o mascarillas y una estricta limitación de aforo, consistente en un cliente por cada empleado en el interior. Los criterios publicados en el BOE permiten la apertura de centros de fisioterapia y masajes, aunque no para actividades dirigidas como pilates o yoga. No obstantes, algunos fisioterapeutas reconocían ayer que aún tardarán varios días en poder abrir porque están a la espera de recibir todo el material de protección necesario.

Entre los comerciantes se pueden palpar dos sensaciones generalizadas. Una es la del alivio de poder volver a subir las verjas de sus negocios y empezar a ingresar, aunque de momento sea casi a cuentagotas. "Hay que empezar a adaptarse y a convivir con el coronavirus, que nos va a acompañar varios meses", explican desde algunos establecimientos. La otra es la lentitud con la que llega la información y las condiciones en las que es posible la apertura de los negocios. "Estuvimos hasta el domingo por la tarde esperando a ver qué es lo que ponía en BOE. Rumores había muchos, pero certezas pocas. No estamos en una situación en la que nos podamos permitir pagar multas", añaden. Las llamadas se sucedían tanto a las policías locales como a sus respectivas gestorías para saber si ayer podían volver a trabajar.

Uno de los sectores en los que se registró un elevado índice de reapertura es el de las peluquerías. La mayoría de estos locales tienen una larga lista de espera, que en muchos casos supera ya la semana. "Por ahora abro yo sola y el resto de las empleadas siguen en el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Si se mantiene el volumen de trabajo se podrían reincorporar gradualmente porque si levanto el ERTE ahora y luego la situación empeora no se puede volver a solicitar", exponen desde una peluquería de la comarca. Esta es una de las principales preocupaciones en todos los establecimientos ya que los ERTE's, aun a pesar del retraso a la hora de cobrar, han sido un balón de oxígeno para intentar conservar el empleo.

El regreso de la actividad comercial es por ahora muy limitada y en mucho casos el cliente es el gran beneficiado puesto que tiene el establecimiento a su entera disposición y con una atención personalizada. "Para ellos está muy bien, pero para nosotros no tanto. Esperamos que la gente también tenga en cuenta el esfuerzo que hacemos y que el comercio de proximidad necesita a sus vecinos para sobrevivir", manifiestan desde otra tienda de la comarca.

La reapertura podría ser mayor a partir del próximo lunes 11 de mayo. Si la evolución del Covid-19 y de los marcadores fijados por el Ministerio de Sanidad lo permiten se podría pasar a la Fase 1. A partir de ese momento ya no es obligatorio el sistema de atención bajo cita previa, pero se impone una reducción de aforo del 30% en el interior del local. En el caso de los comercios de ropa, los probadores deberán ser deinfectados después de cada uso, al igual que las prendas que se pruebe el cliente. Con la Fase 1 llega otro de los momentos más esperados por la ciudadanía y los propios establecimientos: la apertura de las terrazas de hostelería. Inicialmente iba a ser con un aforo del 30%, aunque finalmente se ha modificado este criterio para aumentarlo hasta el 50%.