Cuando llamamos a Maximino Lemos (66 años) por teléfono estaba viendo en la televisión, en su casa de Nueva Jersey, el rifirrafe que mantenían los políticos españoles en el Congreso de los Diputados. Tal vez por eso su vena política estaba muy presente en la conversación, donde nos defendía la política de Trump, a pesar de su mala fama. Considera que la economía con él estaba subiendo mucho, que nunca había estado mejor desde que él llegó con 13 años desde Aldán hasta Estados Unidos. Aprovecha para manifestar que a los políticos españoles de ahora no les importa la gente. Cuesta que nos relate la situación en Nueva York, donde trabajaba, y en Nueva Jersey, donde reside. Está enfadado con lo que sucede en España. Asegura que en Nueva Jersey y Nueva York las autoridades no impusieron todavía medidas de confinamiento, como en España, donde cree que se actuó tarde. Relata que se puede salir y que la gente va al supermercado respetando la distancia de seguridad, pero que en absoluto hace falta llevar mascarilla ni guantes. Añade que la única prohibición es la de sentarse en un restaurante a comer. "La comida la sirven a domicilio". Pero al igual que en España, el papel higiénico es el primer producto que se acaba en las estanterías de los gigantes supermercados de Estados Unidos. Comenta que lo sabe porque lo comprueba en su localidad y también lo dicen los canales de noticias.

Asegura que no hay miedo al coronavirus y menos cuando sale a hablar el presidente de la nación, Donald Trump. Es un firme defensor de su política. Asegura que cuando ordenó cerrar los viajes se salvaron muchas vidas. Insiste en que gracias al actual presidente americanos Estados Unidos se dio cuenta de que no se podía tener todo en manos de los chinos, por el bajo coste de su mano de obra.

Cuando se le recuerda que Trump desdeñó el peligro del coronavirus, Maximino Lemos comenta que se debió a que estaba mal informado, pero que después actuó con contundencia y mandó a las empresas del país a fabricar respiradores.

La OMS

Maximino Lemos está angustiado, sobre todo, por la gente que muere en las residencias de ancianos en España y por el número elevado de personas infectados de sanitarios. Mantiene el discurso de Trump de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no hizo nada y que Europa trata a los españoles como si fuéramos sus camareros.

Por sus palabras y a pesar de las imágenes que se ofrecen de Nueva York, no hay miedo al coronavirus. Maximino nos pone el ejemplo de su suegra. "Ahí está, con 103 años, con nosotros ". La madre de su mujer Linda Álvarez es natural de Fonsagrada y su esposo era de la zona de Ourense.