El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, solicitó a la Subdelgación del Gobierno de Pontevedra la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la residencia de mayores de Aldán, donde se detectaron dos residentes positivos en coronavirus que fueron derivados a hospitales de Vigo. Otros tres fueron trasladados para practicarles el test rápido, al tener síntomas de fiebre. Ambulancias del 061 realizaron en las últimas 48 horas siete traslados de la mencionada residencia al Hospital Álvaro Cunqueiro. Cinco de los residentes que estaban en el grupo de los infectados permanecían ayer por la tarde aislados en sus habitaciones.

El regidor local manifestaba ayer que lo que había comenzado por la mañana siendo una colaboración para entrega de material, como mascarillas, de las que carecía el centro, se convirtió en una situación muy grave conforme pasó el día. Xosé Manuel Pazos estuvo colgado del teléfono durante casi toda la tarde. Su propósito era que interviniera la UME. Al tratarse de una residencia privada, la intervención la tiene que solicitar la propia empresa de la que el alcalde de Cangas no supo nada hasta bien entrada la tarde, cuando habló con la directora, la petición debe trasladarse a la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra y de ahí a la Delegación del Gobierno.

La Policía Local de Cangas entregó mascarillas al personal de la residencia, que también demandaba platos, vasos y cubertería desechable. Las mascarillas que tenía el personal no eran homologables. El Concello se encargaba de gestionar todo ese material con el propósito de controlar una situación grave. De hecho, una pequeña parte de personal ya decidió por su cuenta ponerse en cuarentena y no acudir a trabajar. Ya bien entrada la tarde, la Policía Local de Cangas, por orden del alcalde, decidió apostar patrullas en las inmediaciones de la residencia para tener un mayor control de la situación. No hay que olvidar que en este centro de mayores trabajan 80 personas y hay 150 residentes.

La empresa no facilita datos de la situación y se limitó a que nos pusiéramos en contacto con la Consellería de Política Social, que comunicaba ayer por la tarde que tenía constancia de un positivo.

En la residencia hay un médico, que atiende de lunes a viernes en horario de tarde. El titular, ahora mismo, se encuentra de baja por paternidad. Pero solo hay una enfermera por turno. Los empleados aseguran que necesitan equipos de protección, pero también más personal. Hay que tener en cuenta que hasta ahora se daba la comida en los comedores, pero con los casos de coronavirus hay que llevar las comidas a cada una de las habitaciones y también llevarles su medicación. Aseguran que no es nada fácil retener a los residente válidos en sus habitaciones y se quejan de que la ayuda que el Gobierno prometía que iba a ser primero para las residencias de ancianos no hubiese llegado. Ni se realizan test ni llegó el material de protección.

La conversación telefónica que el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, tuvo con la delegada Territorial de la zona de Vigo, Corina Porro, dio sus frutos. Ella misma se ocupó también de hablar con la subdelegada del Gobierno, Maica Darriba y quedó de entregar al Concello material especial para trasladar a la residencia, como productos para bañar a los residentes y para que el personal esté protegido.

Cerca de las 19.00 horas de ayer, otra ambulancia del 061 entraba por las puertas de la residencia de Aldán por séptima vez.

Hoy, a las 11.00 horas, se reúne el Comité de Emergencias del Concello de Cangas, donde se abordará esta crisis generada por la presencia del coronavirus en la residencia de mayores de Aldán.