La moda del "mejor banco del mundo" también llegó a la parroquia de Tirán en donde desde ayer los vecinos que suban a la capilla de Os Remedios podrán hacer una parada a mitad de camino para sentarse y contemplar la ría de Vigo. Se trata del segundo elemento de este tipo en el municipio, tras el banco del monte A Paralaia que apareció en noviembre de 2018. En esta ocasión la idea partió de vecinos de la zona que se pusieron en contacto con el taxista jubilado Balbino Ferral, vecino de la parroquia y conocido por su minucioso trabajo de la madera.
Ferral lijó y dio forma a la madera y la rotuló con el nombre de "O Banco dos Remedios". A sus 75 años, Ferral explica que "siempre fui muy aficionado a trabajar la madera. En esta ocasión me dijeron unos vecinos si podía hacer un banco en el ascenso a la capilla de Os Remedios y me puse con él", apunta quitándose mérito. Hace unos años, por encargo de la Asociación de Veciños de Tirán, el mismo autor realizó el cuervo de madera que decora ahora un extremo de la playa del Niño do Corvo, según recuerdan desde el colectivo vecinal.
El nuevo banco se apoya sobre un árbol y ve directamente hacia la carretera de la subida a Os Remedios con la ría de Vigo al fondo.
Pasada la Semana Santa tendrá lugar la siempre concurrida procesión de Os Remedios en la que los vecinos de la parroquia suben a la capilla del monte homónimo a las imágenes de la Virgen de Os Remedios y del Cristo das Boas Augas desde la iglesia parroquial. A buen seguro que en esta ocasión más de un devoto aprovechará para hacer una parada en el nuevo banco.
Además, el Concello, con la colaboración de la Asociación de Veciños, tiene en marcha un proyecto para convertir parte de la ladera sur de este monte en un gran parque forestal de uso público, para lo que se están negociando las cesiones con los propietarios. Ya se realizaron dos campañas de voluntarios para la retirada de eucaliptos.
Para que el Concello pueda actuar, asumiendo todos los gastos que suponen la ejecución del proyecto, pionero en Moaña, se ofrece a los propietarios la posibilidad de establecer un convenio con la administración local por un cierto número de años en el que se comprometen a destinar los terrenos al único fin de crear un parque forestal para uso público. Los titulares de la tierra mantendrán en todo momento la propiedad, autorizando al Concello a llevar a cabo las acciones descritas anteriormente.
