Las quejas del líder del PP moañés, José Fervenza, por la adjudicación a una empresa externa de la auditoría a la concesionaria de la limpieza viaria, Urbaser, han desatado una tormenta política en Moaña. Y es que el bipartito local (BNG-PSOE) acusa al dirigente del principal grupo de la oposición de incumplir el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Concello (ROF), al hacer pública una inspección a una empresa que era "confidencial" hasta que la auditora concluyese el trabajo. La alcaldesa, Leticia Santos, señala que ha puesto el hecho en manos de los asesores jurídicos municipales y alega que todos los ediles fueron advertidos por escrito de la confidencialidad de la auditoría hasta su finalización, "porque lo que queremos es que la empresa actúe con normalidad, sin saber que estaban siendo controlados".

Entienden, desde el bipartito, que al desvelar Fervenza esta inspección "está beneficiando a una empresa concesionaria en contra de los intereses del Concello y es algo que no se puede consentir". La regidora señala directamente al artículo 16.3 del ROF que obliga a los miembros de la Corporación a "guardar reserva" de forma singular de las informaciones que "han de servir de antecedente para decisiones que aún se encuentren pendientes de adopción". Entiende, la alcaldesa, que esto puede dar lugar a distintas responsabilidades para el edil.

En sus quejas Fervenza lamentaba que la inspección de los problemas de la limpieza viaria se adjudicasen con un coste de 5.400 euros por un periodo de tres meses, cuando las quejas son conocidas y las deficiencias, a su juicio, son visibles. Insiste en problemas de personal; falta de limpieza en algunas zonas como, en los últimos días, la céntrica Ramón Cabanillas; y escaso uso de la maquinaria que la concesionaria tendría obligación de utilizar con mayor frecuencia según las obligaciones contractuales. Las quejas del PP y su petición de un expediente sancionador se remontan al pasado verano.