Fue en marzo de 2014 cuando aparece el Plan Director de la Red Natura, por la que se declaran zonas especiales de conservación los lugares de importancia comunitaria de Galicia. La mayor parte de la superficie es Zona 2, catalogando a la ensenada de Barra y de Melide como Zona 1, de máxima protección. El documento establece tres categorías de zonas de protección: Zona 1 o Área de Protección (territorios de conservación muy alta), Zona 2, denominada Área de Conservación permite un aprovechamiento ordenado de los recursos naturales (valor de conservación alto y medio con un nivel importante de humanización y Zona 3 o Área de Uso General (valor medio y bajo. En el caso de A Costa da Vela, en Donón, de las 1.419 hectáreas que formar su ZEC, con 25 habitats, naturales, la mayoría son Zona 2, reservando la enseanda de Barra y de Melide como Zona 1. La mayor parte de la Red Natura en el municipio de Cangas está catalogada como Zona 2. En teoría se puede autorizar la rebhabilitación de edificaciones de interés patrimonial o etnográfico y demásconstrucciones patrimoniales preexistentes, siempre y cuando no causen una afección sobre los hábitats naturales o poblacionales de especies. También se permiten instalaciones agrícolas destinadas al apoyo de las explotaciones hortícolas, almacenes agrícolas, talleres, granajas, parques de maquinaria. Pero lo cierto es que en la práctica, solicitar permiso para algo en la zona de Red Natura es agotador, además, lo que no impide su Plan Director lo impide la Ley de Costas o las Normas Subsidiarias de Planeamiento. El proceso burocaráctio de conseguir una licencia está concebido como una telarana de la que no se sale.

A los vecinos de Donón, por ejemplo, les resultó imposible construir un aparcamiento para los autobuses y los cientos de visitantes que se acercan a Cabo Home. Hubo intentos y apoyo municipal, pero al final tuvieron que desistir.

Aseguran que la única inversión de Red Natura fue colocar unos vallados para delimitar alguna zona, que en la actualidad están totalmente deteriorados. "Las fincas son nuestras, pero como si estuvieran expropiadas. No podemos hacer nada", comentan los vecinos. En Donón se vive como en la Edad Media, con un núcleo constriñido que es imposible aumentar. "Estamos condenados a vivir con en la Edad Media", comentaba hace unos años el presidente de la Asociacón de Vecinos de Donón, José Antonio Coya.