La centolla vuelve a los mercados con menos cantidad, pero más precio.El primer lote del crustáceo que se vendió en la subasta de la lonja de Cangas,con la que se estrenó en O Morrazo la campaña, llegó a 20, 60 euros el kilo. El año pasado el precio máximo fue de 17,20.

El comprador Andrés Ferreira, de la empresa Marisquea de Vigo, fue quien realizó esta primera parada haciendo uso de su mando en la pantalla electrónica, para llevarse los primeros 50 kilos del marisco rey de las rías. "Es de buena calidad y se ve poco fondeada, está muy peluda", señala este comprador, habitual en la lonja de Cangas, en un ritual con el que cumple todos los años, cuando se abre la campaña. Tras Cangas, compra en la subasta de Bueu, que comienza después, y a las cinco de la madrugada en la de Vigo. "El mercado ya quiere centolla y se pregunta mucho para congelar para la Navidad".

La subasta en Cangas comenzó marcando 45 euros el kilo pero para vender un bogavante de unos 800 gramos, que se lo adjudicó por 30,90 euros, el comprador y vendedor en la plaza de abastos canguesa Berto Lagoa. Acto seguido comenzó la puja por las centollas exhibidas en cestos encima de las mesas. Alrededor de ellas, marineros y compradores conversaban o simplemente se hacían gestos. "Hay menos cantidad, pero estamos contentos", aseguraba Álvaro Prieto, que pescó el crustáceo en la costa de Cangas.

Había centollas de Cíes y de la zona de Samil. Es el caso de Laura Lanzós, marinera a bordo del "Primera Conchi", de su padre, y que las capturó en las Cíes. "Hay poca cosa", asegura esta mujer de 36 años, que lleva cinco en una profesión a la que se tuvo que dedicar cuando la crisis sacudió la automoción.