Había numerosos asientos vacíos y no había colas en los puestos ni en la iglesia. La gente atendía al buen concierto de la Banda de Música Bellas Artes, que encontró en la música de películas una fórmula de atraer a más público a sus conciertos. Como es tradicional, su actuación finalizó con el Himno a la Virgen de Darbo. Unos cuantos vieron interrumpida la placentera y poco bulliciosa sesión vermú por culpa del incendio de Punta Couso. Hubo quienes salieron a la carrera, subiendo la cuesta. En los puestos de comida había pulpo, zorza, brochetas de pollo, empanadas y calamares, además servirse el típico churrasco. Al cerrar esta crónica, la muchedumbre ya había tomado la carballeira y apenas había sitio para andar, según cuentan los que volvían a darse un respiro.

Hoy es el Día de Darbo, que ya lo dice todo. Ni en Cangas hay Día de Cangas. Comienza tan singular jornada a las 12.00 hora con una tirada de bombas de paleque y el pasacalles que ofrece la Banda de Música de Salceda de Caselas. La Misa de 12.30 horas es solemne y, además, cantada. De ello se encarga la coral Moañesa. Al finalizar saldrá la procesión y para finalizar la jornada de mañana: la ancestral danza y contradanza de Darbo. Este año el presidente de la Asociación de la Danza de Darbo es el famoso bailarín, Miguel Sotelo, hombre que se inició en la danza con tan solo 11 años, allá por el año 1994. Él es también el guía. La danza la bailan, como en años anteriores, diez hombres y cinco mujeres. Dura 15 minutos.

En el capítulo de incidentes, el montaje del escenario de una orquesta tiró una rama de las grandes que pueblan la carballeira. El día amaneció con las vallas, que había puesto la Policía Local para impedir aparcar en la acera, tiradas. Y alguno también se quejó de las "silvas" que había en la carretera.