El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) decretó ayer el cierre de los tres polígonos mejilloneros de Bueu, que en conjunto suman alrededor de 150 bateas. Una decisión que ha generado malestar en parte del sector puesto que solo se analizó una de las tres zonas, mientras que las otras dos tienen una orden de cierre cautelar.

El área que ofreció un resultado por encima de lo permitido es la Bueu A1, que es el polígono situado más cerca de Lapamán. En este caso los índices estaban en valores entre 160 y 300, lo que provocó el cierre. En el caso del polígono contiguo, Bueu A2, el resultado de la analítica ofrecía valores entre 120 y 160, que en teoría le permitirían estar abierto. No obstante, de manera cautelar se optó también por el cierre. Estas dos zonas suman alrededor de 120 viveros flotantes. El tercero de los polígonos bateeiros de Bueu está situado en Beluso, el Bueu B, y agrupa unas 25 instalaciones. Este no fue muestreado, pero el Intecmar decidió también un cierre cautelar hasta que se puedan tomar muestras.

Las zonas de producción de Bueu abrieron entre finales de junio y principios de julio, después de un cierre que se prolongaba desde inicios de marzo. No son las únicas que están actualmente cerradas en la comarca de O Morrazo. La semana pasada la toxina obligó a decretar esta medida en la ría de Aldán, con un centenar de bateas, y a inicios de esta semana le tocó a la bocana de ría de Vigo, que entre Barra y Liméns se acercan también a un ciento de viveros flotantes.