Diez agentes forman actualmente la plantilla de la Policía Local de Cangas, tras la sucesiva pérdida de efectivos y la jubilación de ocho en el presente ejercicio. Los que siguen en activo son menos de la cuarta parte de la ratio recomendada en la Ley de Coordinación de Policías Locales (1,8 por cada mil habitantes), y a esa criba se suman las bajas temporales, el inicio del período de vacaciones de varios titulares y el fin de contrato -hoy mismo- de media docena de auxiliares que han trabajado a sus órdenes en los últimos meses. La plantilla ya está doblando jornadas de trabajo, pero no da más de sí y es incapaz de atender los turnos de mañana, tarde y noche, además de controlar el entorno de las playas como figura en el convenio con la Guardia Civil, por lo que en los próximos días dejará de estar operativa la brigada nocturna. Es la única solución posible, sostiene el jefe de la Policía Local, Alberto Agulla, que da por hecho que en el mes de julio ya no se garantizará el turno de noche y la Benemérita tendrá que hacerse cargo de las incidencias que puedan producirse.

Los funcionarios llevan años advirtiendo de que la situación es insostenible y que acabaría por colapsar. La entrada en vigor del decreto que permite adelantar la edad de jubilación de los policías locales a los 58 años fue bien recibido por los beneficiarios, pero ha menguado aún más la plantilla. Ayer mismo, un agente tuvo que doblar turno para apoyar al único que estaba de guardia y las llamadas telefónicas a la Jefatura se desvían a un teléfono móvil porque tampoco queda personal de oficina. Los afectados también alegan que un solo agente no puede atender en condiciones un problema de seguridad ciudadana, altercados nocturnos los fines de semana o el ingente trabajo administrativo y la situación los pone en el punto de mira de la ciudadanía, que padece al mismo tiempo las consecuencias.

La contratación de auxiliares ha servido para paliar la situación -el Concello llegó a echar mano de ellos para presentar publicamente un servicio de patrullaje en bicicleta que aún no ha tenido continuidad-, pero no para resolverla, pues la ley obliga a que trabajen acompañados de al menos un funcionario. Además, los contratos son temporales y de los siete que han trabajado en los últimos cuatro meses -algunos aún podrían acogerse a dos meses de prórroga- cinco se marchan hoy, previsiblemente a otros municipios donde iniciar otro contrato por seis meses que les permita lograr más estabilidad laboral. Cangas podría renovar a algún auxiliar, pero ni siquiera así estarían garantizados todos los turnos.

La eliminación de la brigada nocturna será una medida "temporal" que se aplicará las jornadas que no haya efectivos para garantizarla y se prolongará hasta que se cubran las vacantes, aseguran desde el Concello, que ha convocado 12 plazas de Policía Local, pero su ingreso efectivo está condicionado por el proceso selectivo que lleva a cabo la Xunta y que no culminará hasta después del verano. A ese plazo hay que sumar los nueve meses de formación en la Academia Galega de Seguridade Pública, seis de ellos en sus propias instalaciones y los tres restantes de prácticas. Las previsiones más optimistas apuntan a que no será antes del verano de 2020 cuando esos agentes ocupen las plazas vacantes y puedan formar parte de la plantilla de la Policía Local de Cangas.