La nueva corporación de Bueu se constituyó ayer en un pleno de investidura sin sorpresas. El candidato del BNG, Félix Juncal, asume por quinta vez consecutiva el bastón de mando [aunque el primer mandato no lo llegó a completar por una moción de censura] y a diferencia de las tres ocasiones precedentes lo hace sin mayoría absoluta. Esta vez contó con el apoyo del único concejal de ACB-En Marea, Julio Villanueva, y antiguo militante y edil del BNG, que fue suficiente para alcanzar los nueve votos de la mayoría absoluta. Juncal tomó posesión de su cargo portando consigo un ejemplar del libro "Sempre en Galiza", de Castelao, y con la fórmula de "prometo pola miña conciencia e honra, cumplir fielmente coas miñas obrigas de alcalde, con lealdade ao pobo de Bueu e ao galego". En su primer discurso ante la corporación reconoció que después de doce años gobernando con mayoría absoluta ahora "as circunstancias da nova etapa son diferentes" y aprovechó para hacer un llamamiento a "un entedemento entre as diferentes posición políticas que permitan que Bueu siga impulsándose e desenvolvéndose nos próximos anos para acadar xuntos os obxectivos e retos fixados".

El pleno de investidura comenzó con absoluta puntualidad, a las 11.00 horas, en un salón que estaba lleno desde tiempo antes del inicio de la sesión. La mesa de edad quedó constituida bajo la presidencia de Julio Villanueva como edil de mayor edad y con Elisa Dios, la más joven, como vocal. El concejal de ACB lucía en el pecho un lazo amarillo como muestra de apoyo a los políticos presos catalanes y a la hora de prometer su cargo lo hizo con la coletilla de "baixo imperativo legal".

Una vez comprobadas las credenciales de todos los concejales electos fueron tomando posesión de sus cargos. Los ocho representantes del BNG escogieron la misma fórmula, prometiendo ejercer el cargo "pola miña conciencia e honra, e cumplir fielmente coas miñas obrigas de concelleiro/a", omitiendo el resto de la fórmula, que dice "con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado". En el caso de Félix Juncal incluyó el gesto simbólico de hacerlo con la mano sobre el "Sempre en Galiza" de Castelao, tanto a la hora de prometer como edil como luego en calidad de alcalde.

Votación a mano alzada

La votación para la investidura se realizó a mano alzada ya que ningún concejal o grupo pidió que fuese secreta y en urna. Se postularon dos candidaturas para optar a la Alcaldía: la de Félix Juncal y la de la cabeza de lista del PP, Elena Estévez, que fue regidora entre 2004 y 2007. La exalcaldesa regresa así a la corporación municipal tras doce años alejada de la vida política y encabezará la oposición. Como se esperaba tras las declaraciones y negociaciones abiertas después del 26 de mayo Juncal resultó investido alcalde, con los votos a favor del BNG y ACB-En Marea, la abstención de los dos representantes del PSOE y la posición en contra de los seis del PP.

Juncal comenzó su primer discurso ante la nueva corporación y ante el público que estaba en el salón de plenos recordando que la de ayer es la quinta vez que resulta elegido como alcalde, aunque recalcó que "o fago coas mesmas ganas e ilusión da primeira vez, coa cabeza e co corazón listos para contribuir a que Bueu avance, a que siga medrando e converténdose nun lugar cada vez máis agradable para vivir". Entre los primeros agradecimientos estaba el dirigido a Julio Villanueva por su apoyo en la investidura y a continuación recordó el nombre de todos los ediles del BNG de los últimos 16 años.

Los resultados electorales del 26 de mayo admitió que suponen el cierre de una etapa y reivindicó el trabajo de estos últimos años. "Contribuímos colectivamente a que Bueu cambiase e se modernízase [?] O Bueu de hoxe é dinámico, activo, participativo e deixou atrás os medos e complexos, converténdose nun pobo orgulloso de si mesmo", aseguró. En el balance de la gestión de los últimos años destacó la aprobación del PXOM, "que nos permitirá medrar de forma sostible e cun respeto cara o medio natural"; las obras de rehabilitación en Ermelo y el astillero de Banda do Río; la cancelación de la mayor parte de la deuda financiera; o la apuesta por "políticas sociais, igualdade, diversidade, solidariedade e xustiza social".

La nueva composición de la corporación municipal obligará al diálogo, a la búsqueda de pactos y puntos de acuerdo entre los cuatro grupos políticos representados, algo a lo que se refirió el alcalde en su primera intervención. "O pobo de Bueu demanda de todos nós, empezando polo seu alcalde, un entendemento entre as diferentes posicións políticas", enfatizó. Y a la hora de fijar los retos de los próximos años aseguró que "seguiremos sendo un concello de referencia no deseño e na aplicación de estratexias que teñan en conta a sustentabilidade do planeta, o medio ambiente e o aforro enerxético".

Antes de concluir su primera intervención como alcalde reelegido reivindicó que la política solo tiene sentido "se a sentimos desde dentro e se reivindicamos os nosos soños colectivos para que estes se convirtan en realidade". Así, reiteró su compromiso para "continuar aportando desde a máis absoluta humildade o meu gran de area" y que Bueu "siga medrando e afianzándose como unha vila da que podamos estar orgullosos".

¿En solitario o bipartito?

La incógnita a resolver en los próximos días es si el apoyo brindado por ACB-En Marea se traduce en un gobierno de coalición estable para los próximos cuatro años. La asamblea del partido liderado por Julio Villanueva, antiguo concejal del BNG entre 2003 y 2007, se reunirá en los próximos días para tomar una decisión al respecto. Si finalmente opta por quedarse en la oposición y prestar apoyo puntual el nuevo ejecutivo local tendrá que gobernar en minoría.