Percebeiros de Cangas quieren dejar claro que ni ellos pincharon las ruedas del vehículo y remolque de bateeiros de Arousa que el miércoles acudieron a la Costa da Vela a extraer mejilla -semilla de mejillón- ni que su negativa a que trabajen en estas rocas se deba, como ellos les acusan, a que quieren la mejilla para venderla.

El conflicto entre los percebeiros de Cangas y bateeiros de Arousa por la extracción de mejilla en este banco vive mucha tensión, después de que productores arousanos acusaran a los percebeiros de O Morrazo de estar detrás del sabotaje a sus coches cuando los estacionaron en el muelle de Aldán para ir a trabajar el miércoles y uno de ellos con su remolque apareció con las ocho ruedas pinchadas, como denunciaron.

Perceberios de Cangas aseguran que ellos tienen un pacto de caballero con todo el sector bateeiro dela ría de Vigo, Aldán y Pontevedra de no extraer mejilla en A Vela porque afecta al desove del percebe y se acaba "con nuestro pan" ya que este banco es donde trabajan en invierno y que ese pato lo están cumpliendo todos, menos Arousa "que ha visto aquí un caramelo". Insisten en que a principios de mayo ya pidieron la intervención de la Consellería de Mar para proteger esta costa, desde Punta Subrido a Punta Couso, e impedir que se extraiga mejilla por el daño al percebe. Reconocen que los bateeiros de Arousa sí pueden trabajar aquí porque está autorizado, y que aunque digan que no dañan al percebe que está en las rocas, "el problema es con el que no se ve, con el del desove que es el futuro percebe que nos da de comer en invierno".

Aseguran que el miércoles el vigilante de Cangas les avisó de que llegaron 5 bateeiros de Arousa en una lancha, que se supone que trajeron en remolque hasta Aldán, para retirar mejilla, por lo que se movilizaron seis percebeiros en tres lanchas "pero no hubo amenazas, ni insultos". Dicen que los productores de Arousa alertaron a Inspección de la Xunta que les insistió en que ellos tienen permiso para trabajar,aunque si no lo hicieron fue otro motivo, y que ellos no amenazaron. Se preguntan cómo les pueden acusar de pinchar las ruedas si ellos estaban en el mar y hablando con la inspección de la Xunta.