Pasada la Semana Santa y con el verano llamando a la puerta, los colectivos vecinales de O Hío auguran una nueva avalancha de visitantes que, como ya es habitual, saturará los viales y alterará la vida cotidiana de la parroquia. En ese contexto, se sienten decepcionados por el gobierno municipal, que a principios de año se comprometió a buscar soluciones y a consensuarlas con ellos, incluso con alguna medida "experimental" de señalización y regulación del tráfico a corto plazo, aunque "nada de nada se fixo", lamentan los afectados.

El pasado 14 de enero, representantes de las ocho asociaciones vecinales de O Hío (Igrexario, Vilariño, Liméns, Nerga, Vilanova, Pinténs, Viñó y Donón) fueron recibidos en el Concello por el alcalde, Xosé Manuel Pazos (ACE) y las concejalas Mercedes Giráldez (BNG) y Ánxela Vizoso (ASpUN). También estaba el jefe de la Policía Local, Alberto Agulla, con el fin de abordar los graves problemas de tráfico que afronta esa parroquia con la llegada del buen tiempo y que, previsiblemente, se complicarán aún más este verano por el desdoblamiento del Corredor do Morrazo. El tripartito reconoció esa realidad y la complejidad del asunto y anunció que la Policía Local elaboraría a corto plazo un plan de tráfico, "aldea por aldea", en el que se reflejen los problemas en cada caso y las posibles soluciones. Si se avanzaba conforme a las previsiones, en Semana Santa podría aplicarse un "plan piloto" que sirva para ir ajustando las medidas, anunciaron.

"Pero nin unha cousa nin a outra", se quejan las asociaciones, "nin se pintou nada nin se colocaron sinais, nin se habilitaron tramos de sentido único..." Los vecinos recuerdan que en tres semanas se celebrarán elecciones municipales y que el tripartito agotará sus cuatro años de mandato en el Concello de Cangas sin avanzar soluciones al problema, que el buen tiempo y la cercanía de las vacaciones estivales agravará. En la jornada de hoy se espera un éxodo masivo al litoral morracense y la costa de O Hío volverá a ser el epicentro.