Había que visitar las cuatro parroquias de Cangas a toda prisa. No se quería la rapidez de una visita como la de la película "Bienvenido Mister Marshal" ni tampoco la del lento sermón parroquial. Así que se fijaron horas e itinerarios con el fin de estar sesenta minutos en cada parroquia. Se empezó por Coiro, a las 18.30, con el alcaldable de Cangas, José Enrique Sotelo y Marián Sanmartín tratando de calentar el ambiente electoral en una tarde de rayos, truenos y mangas marinas. A la hora siguiente la caravana electoral estaba en Darbo, con los mismos oradores y a las 20.30 horas en O Hío, para finalizar a las 21.30 en Aldán, tierra del candidato a la alcaldía de Cangas, José Enrique Sotelo, y verdadero granero de votos del Partido Popular, tal vez por eso se dejara para el final.

En el guión del PP estaba demostrar ayer que cuando faltan tres días para las elecciones mucha gente no se enteró. Y se habló de marketing para evitar que se hable de los problemas de los ciudadanos y se resucitó a Franco cuarenta años después, aunque no se sabe muy bien si fue el PSOE en su valdío esfuerzo para sacarlo del Valle de los Caídos o Vox, en su empeño de regresar a la época del Caudillo. Considera el PP que no hay propuesta y que solo el PP puso encima de la mesa un programa y una candidata que conoce Galicia y que lleva años trabajando por Galicia.

En opinión de los oradores del PP no hay dos Españas pero sí dos alternativas: las de los que quieren romper España para seguir en la Moncloa y pactarían "con Tora el predicador de Galapagar e cos terroristas" y la que quiere el PP, que es la de querer vivir en el mejor país del mundo. Sostiene el PP que el socialismos es sinónimo de despilfarro y que los datos de paro que salieron ayer son los peores desde 2013.