La cuarta jornada y última de esta primera tanda de declaraciones por caso de presunta estafa y falsificación documental de Motorcangas se saldó con menos testimonios de los previstos, como en días anteriores, y con el punto de mira en el propietario del concesionario de vehículos, al que los afectados señalan directamente como la persona que manejó lo concerniente a la doble financiación. Solo en algunos casos aparece como interlocutor en la venta del vehículo un vendedor, aunque cuando aparecieron los problemas de la financiación fue José Graña quien entró en escena y se puso en contacto con los afectados.

En alguno de los casos presentados ayer aparece una señal de 6.000 euros para comprar un coche que nunca fue devuelto. Otro afectado declara que fue a Motorcangas a adquirir un vehículo, que entregó 6.000 euros esperando que se aceptase la financiación. Comentó ante la juez que instruye el caso, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas, Sonia Platas, que el coche no llegaba y fueron a hablar con Graña, que hacía que miraba el ordenador y comentaba que estaba muy solicitado. Señalan que después fueron al concesionario de Vigo y descubrieron que allí había una petición de su vehículo, pero que Graña la había hecho más tarde de lo que él decía. Señala que no pagó ninguna letra y que el vehículo lo compró en otra parte. Señala que fue a pedirle los 6.000 euros de señal que había entregado, pero nunca se lo devolvió.

Otra cliente declaró ante la jueza que el año pasado la llamaron de Wolksvagen Finance para decirle que debía el recibo de un mes. Que ella les dijo que no tenía que pagarles nada porque no tenía firmado nada con esa financiera, sin embargo le mostraron el contrato donde aparece su firma que sí reconoce como suya, pero no sabía que había estampado su firma en ese contrato. Que cuando llegó el segundo contrato fue a Santander Consumer y allí le mostraron su contrato que fue el que primero firmó y que era el único del que tenía conocimiento. Después fue a la Guardia Civil a denunciar el caso.

Uno de los afectados denunciantes declaró que había denunciado la compra de su vehículo con Ficonsum y que un mes antes de que le dieran el coche le llegaron dos letras: una de su financiación real y otra de Cetelem. Cuando fue a hablar con Graña le dijo que era un error financiero.

Para el mes de abril está previsto otra nueva ronda de declaraciones. Había sido fijadas 40 para la semana que termina y hay 89 afectados en total.