El primer episodio de toxina del año 2019 ya se está dejando sentir en las aguas de la comarca. El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) ha decretado los primeros cierres, que como es habitual han comenzado por la ría de Pontevedra. Los tres polígonos mejilloneros de Bueu -que suman unas 150 bateas- se encuentran cerrados, al igual que los tres de Combarro (denominados como Portonovo A, B y C). Los únicos que siguen abiertos de momento son los Cangas A y B, situados en la ría de Aldán.

Desde el Intecmar avisaban durante la mañana de ayer que probablemente no serían los únicos cierres debido al repunte de las toxinas lipofílicas y al mal estado del mar. Así, a última hora de la tarde de ayer se decretaba el cierre cautelar de los parques bateeiros Cangas F y G, situados en la bocana de la ría de Vigo. Esta medida se adoptaba también para el polígono situado en Baiona.

Las analíticas del Intecmar señalaban un incremento "significativo" en la presencia de toxinas lipofílicas, algo que forma parte de un proceso natural que es habitual a estas alturas del año.