La pérdida de población de O Morrazo se explica por el hecho de que desde hace seis años la comarca registra más fallecimientos que partos, pero también por el hecho de que el mercado laboral de la zona tiene una escasa capacidad de atracción para los trabajadores extranjeros.

El número de defunciones en el año 2016 fue de 511, contando a Bueu, Cangas y Moaña. La cifra es sensiblemente superior a lo que ocurría hace una década, pues en 2006 fallecieron 450 morracenses.

Por municipios, ese año murieron 217 cangueses, 179 moañeses y 115 buenenses. Pero el mayor problema demográfico se refleja en el crecimiento vegetativo. Desde hace seis años la comarca pierde población de forma natural, al registrarse más fallecimientos que nacimientos. Solo en 2016, incluyendo a Marín, en O Morrazo perecieron 164 personas más de las que nacieron.

Además este problema es una constante en todos los concellos y se agrava año a año.

Así, en Bueu en 2011 los nacimientos superaban a las defunciones en 21 casos. Solo un año después esta cifra ya estaba en números rojos con 12 muertos más que los que nacen. En 2015 el crecimiento negativo llegó a ser de 50 personas y el año pasado de 36.

En Cangas, también hasta 2011, nacían más personas de las que fallecían, con rangos de entre 63 y 34 nacimientos más. Desde entonces comenzó también un decrecimiento natural de la población hasta un 2016 en el que murieron 34 cangueses más de los que nacieron.

En Moaña el punto de inflexión se sitúa también en 2011, cuando el número de partos fue inferior al de muertes en un solo caso. Esta cifra ya se situó en 2016 con 36 fallecimientos más que alumbramientos.