El pleno de Moaña celebrado este jueves acabó con la expulsión de José Fervenza y el abandono de la sesión por parte del resto de concejales del PP. El punto de máxima tensión fue el que permitió encargar a Aqualia la redacción y ejecución, en cuatro meses, de un proyecto que incluye un nuevo colector de aguas para acabar con los vertidos de fecales hacia el río O Pontillón. La actuación será bajo la calle As Barxas.

Ayer, el propio Fervenza señaló que, aunque abandonaron el pleno, apoyan el encargo de dicha obra, tal y como habían afirmado en el debate previo a la votación. De todas formas, el líder del PP local asegura que el bipartito acomete esta obra porque Augas de Galicia "lle abriu un expediente sancionador" por desatención de requerimientos.

Desde el PP advierten además de que la obra para subsanar el vertido del río O Pontillón -cuyo coste se estima en casi 185.000 euros y que será asumida por Aqualia con cargo a su plan de inversiones pendientes de ejecutar- es insuficiente para acabar con los picos de contaminación en el litoral de Moaña. El principal grupo de la oposición asegura que existen otros 14 puntos de vertido que tiene localizados Augas de Galicia. "Se un recipiente ten 10 buracos e só se tapan dous, vai perder o líquido igual polos outros buracos", añade Fervenza.

Además apunta a que el principal problema es el del aliviadero de Meira "que incluso verte cando non chove. Por iso deron resultados malos no verán, antes de empezar as choivas. Incluso nas análises desta semana se detectou un resultado malo nun punto de recollida na Borna", advierte.

En el pleno los populares recordaron que habían pedido en mayo la obra en As Barxas señalando el riesgo que corre el sector marisquero del municipio por los picos de contaminación que se detectan periódicamente.

Povisa

Por otro lado, el pleno de noviembre incluyó una declaración institucional de los grupos de BNG, PSOE y XM sobre la situación actual del hospital Povisa. Piden que el Sergas garantice la asistencia a las 139.000 personas que atiende este centro, entre ellos la mayor parte de los moañeses. Reclaman también que se blinden las condiciones laborales y salariales de los trabajadores, con características semejantes a los de la red pública. Finalmente piden a la Xunta una auditoría de las cuentas y gestiones realizadas por la empresa en todo lo relativo al concierto con el Sergas.