Un vecino de Bueu de algo más de 50 años fue detenido en la madrugada del miércoles al jueves después de entrar en la vivienda en la que reside su expareja y de la que tiene una orden de alejamiento. En el momento de la detención por parte de la Guardia Civil el hombre tenía un cuchillo en la mano y amenazó con autolesionarse. Era la quinta vez que quebraba la orden de alejamiento impuesta por el Juzgado de Instrucción número 2 de Marín, que ayer acordó su ingreso en prisión.

Los hechos ocurrieron en una vivienda en el lugar de Outeiro. El hombre, de iniciales S.M.M., ya consiguó entrar en el domicilio a través de un balcón en la madrugada del lunes al martes y en la noche del miércoles al jueves volvió a acceder por el mismo lugar. Parece que después de romper una puerta del interior del domicilio se dirigió a la habitación en la que se encontraba su expareja.

La mujer consiguió escapar y avisar a la Guardia Civil, comunicándoles que el hombre había vuelto a romper una orden del juzgado que le impide acercarse a menos de 100 metros de ella.

Cuando la patrulla llegó al domicilio la mujer les aguardaba en la vía pública y los agentes se encontraron a S.M.M. se encontraba en la cocina y tenía un cuchillo, con el que amenazó con quitarse la vida. Los agentes lograron reducirlo y le detuvieron para su posterior puesta a disposición judicial. El acusado prestó declaración en el juzgado de Marín que lleva los casos de violencia de género, cuya titular finalmente acordó su ingreso en prisión.

Las fuentes consultadas aseguran que las de esta semana eran ya la cuarta y quinta vez que quebraba la orden de alejamiento dictada como protección a su expareja. Esta circunstancia parece que ha sido determinante para que desde el juzgado se decretase la orden de ingreso en prisión.