Este verano, en cuanto se hicieron públicas las cifras de turistas que visitaron la caseta de información para visitantes de Moaña, la técnico dejó claro que, más allá del tópico de las playas, la mayoría de los turistas se interesan por las sendas fluviales de Moaña, así como por otras zonas de gran atractivo por su enclave natural.

La senda peatonal del río A Fraga que termina en cascadas, la Poza da Moura de Domaio, la ruta del río Rialdarca o la forma de subir al área de esparcimiento y mámoa de Chan da Arquiña fueron algunas de las consultas más comunes por los que eligieron Moaña para pasar al menos una parte de sus vacaciones estivales.

La apuesta por rutas guiadas por estas zonas de riqueza forestal pueden servir para desestacionalizar al menos en parte el sector turístico de la comarca, demasiado ligado a los meses de sol.