La playa de San Cibrán, en la parroquia canguesa de Aldán, volvió a registrar ayer, coincidiendo con las primeras lluvias del mes de octubre, vertidos fecales. Se produjeron a primera hora de la tarde y originaron las quejas de los vecinos, pues llevan dos años reclamando una solución para esta situación.

Desde la Asociación de Veciños de Espiñeira explican que, tras llevar la queja al Concello en multitud de ocasiones, tratan de poner una denuncia en el Seprona "pero nunca conseguimos que nos atiendan".

El anterior caso se produjo a comienzos de septiembre, cuando el PP local alertó de que esta situación ponía en peligro la consideración de Zona A de la ría de Aldán para el marisqueo. La alarma saltó en 2017, cuando la playa de San Cibrán amaneció con toneladas de heces, sin que se sepa todavía hoy la procedencia de las mismas.