Los efectos de la proliferación cada vez mayor de nidos de vespa velutina en O Morrazo ya se sienten con fuerza en el sector primario de la comarca. En concreto los problemas están focalizados en la producción de miel. Los apicultores morracenses han sufrido este año la peor cosecha de miel de, al menos, los últimos 20 años, con pérdidas económicas en muchos casos, según explican desde Daga-Morrazo. Los ataques de velutina que merman el número de abejas, junto a la climatología adversa que generó una floración escasa, supuso un duro revés para el sector.

La depredación que sufren las abejas autóctonas como consecuencia de los ataques de la llamada avispa asiática ocasionó este año la pérdida de hasta el 50% de los individuos de buena parte de las colmenas, obligando a los apicultores a largos periodos de cuidados para intentar recuperar a sus colonias.

Las floraciones apenas están ayudando a los apicultores a recuperar el vigor de las colmenas "cuando realmente, lo que debería pasar, es que tuviesen el vigor de siempre y las abejas empezasen a hacer acopio de excedentes, que es la miel que recogemos", explican desde el colectivo de productores de miel. Esta año gran parte de las colmenas apenas han cubierto las necesidades básicas de reserva alimenticia de las abejas y las pocas que llegaron a la época de producción con fuerza se han visto afectadas por la meteorología.

La media es de una producción por colmena inferior a los 13 kilos, lo que no cubre los gastos de material de mantenimiento y de reposición de colonias a los que deben hacer frente los apicultores.

El sector asegura que en estos momentos se encuentran en el "clímax del asedio" de la velutina a sus colmenas. "Es ahora cuando tenemos que dedicar mucho tiempo y recursos a preservar el vigor de las colonias de abejas para poder superar con garantías el invierno".

Y esta situación, siendo grave, es bastante mejor a la que sufren los apicultores en otros puntos de Galicia, según explican desde Daga-Morrazo. "En muchos puntos la velutina masacra y aniquila millones de abejas diariamente". Aseguran que la diferencia radica en los trabajos de los últimos años realizados por los propios apicultores con el apoyo de los concellos para retirar nidos, "con la inestimable colaboración" de los vecinos que participan en la campaña de trampeo. Esto frena la proliferación de este tipo de avispas invasoras.

Este año el éxito de la contención se atribuye sobre todo a los vecinos que participaron en el trampeo y los productores de miel animan a participar a más morracenses en la próxima campaña "pues hay muchas zonas sin trampas en donde la velutina campa a sus anchas".

Los apicultores se mostraron muy críticos este año, en el que ellos anunciaron que dejarían de retirar nidos, con la gestión de la Xunta de este problema. Muchos vecinos se quejan de las esperas de semanas para la retirada de nidos incluso cerca de viviendas particulares. Este sector alerta también del riesgo que corren otros sectores productivos. "Quedaron atrás los ataques puntuales a viñedos, que han pasado a ser el pan de cada día en toda la costa gallega", alertan.

Critican también que se tildasen las advertencias por parte de las asociaciones apícolas como "alarmistas" o simplemente se ignorasen, cuando la realidad es que la velutina "ya se ha echado encima de los cascos urbanos y no podemos dejar de frecuentar nuestras playas y montes ni cerrar las ventanas de las casas".

La realidad es que en la comarca se registraron seis ataques a vecinos que limpiaban fincas solo durante la primera quincena de julio. A finales de ese mes se produjo uno de los casos más graves cuando un vecino de Moaña tuvo que ser atendido en el centro de salud del municipio tras sufrir cinco picaduras mientras recogía ciruelas en el lugar de Albariños.

Los nidos aparecieron en lugares como el instituto As Barxas o el cementerio municipal de Trigás.