El joven moañés de 23 años detenido este sábado -acusado de violencia de género por un presunto ataque a su pareja, de solo 18 años, y por lanzar a su perro, un pitbull peligroso, contra los dos agentes de la Policía Local que acudieron a evitar la agresión machista- será puesto hoy a disposición judicial y desde poco después de la detención se encuentra recluido en el calabozo del cuartel de la Guardia Civil de Cangas. Los agentes lo tienen claro y recuerdan la escena: "Dio órdenes concretas al pitbull para que nos atacase". Alertan además de que durante la detención "nos amenazó de muerte en varias ocasiones".
Además de los cargos de atentando a la autoridad y violencia machista se le imputan otras faltas administrativas. Causó daños a los agentes de la Policía Local en el forcejeo al tratar de detenerlo e incluso dañó gravemente la puerta del vehículo policial, que está desencuadrada. Fue necesaria la colaboración de la Guardia Civil para su detención y su actitud violenta obligó a un primer traslado en ambulancia al hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, en donde fue tranquilizado.
Los agentes habían acudido al paseo entre A Xunqueira y Samertolaméu tras el aviso de varios testigos que declaraban que el joven, que responde a las iniciales O.C.O., habría agarrado por el cuello a la chica. La joven interpuso la pertinente denuncia por violencia. Con lesiones y un estado de ansiedad fue trasladada al centro de salud de la villa.
Cuando los policías llegaron a la zona el detenido se había ido a su casa, cercana, a buscar a su perro. Con él regresó a la escena de los hechos y "azuzó" al animal para atacar a los agentes, que se vieron obligados a disparar al menos en cuatro ocasiones.
El animal fue recogido por los voluntarios de la Protectora de Animais do Morrazo todavía con vida y desde la última hora del sábado está en una clínica veterinaria de Vigo. Tras sobrevivir a una transfusión de sangre fue sometido a una operación para retirar los tres proyectiles que impactaron en su cuerpo. Al cierre de esta edición se encontraba grave pero todavía con vida.
El acusado cuenta con numerosos antecedentes, según el cuerpo policial, como una persecución en coche por Bueu que acabó con resistencia a la autoridad o el robo de combustible en la maquinaria de las obras de construcción de la Autovía do Morrazo. Hace escasos días un vecino de Moaña denunció un ataque de su perro en la cara.
En las redes sociales los policías confirmaron que el Concello estudiará la compra de tasers eléctricos como arma defensiva. Este extremo fue confirmado por el propio concejal de Seguridade Cidadá, Ezequiel Fernández.
