Hacia justamente 20 años que la ría de Vigo no experimentaba un episodio de toxina como el vivido durante las últimas semanas, con la actividad marisquera completamente cerrada. Par más inri en pleno mes de julio, uno de los momentos de mayor demanda y mejores precios para el marisco. La situación ha empezado a cambiar y la toxina comienza a retirarse de las aguas de la ría después de un mes negro para el sector. O rojo, por el color rojizo que llegaron a tener las aguas. Primero abrió una zona de trabajo en el entorno de la ensenada de San Simón y a primera hora de la mañana de ayer abrieron otras dos. "¡Por fin! Estábamos deseando que abriese", reconoce el presidente de la asociación de marisqueo de la ría de Vigo y patrón mayor de Redondela, Clemente Bastos.

Las altas temperaturas -el 13 de julio llegó a rozar los 22º- y la ausencia de vientos del norte son algunos de los factores que favorecieron una combinación de dos tipos de toxina, la PSP o paralizante y la DSP o diarreica, que a mediados de junio obligaron a cerrar la zona exterior de la ría. Luego, entre el 9 y el 12 de julio, el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) se vio obligado a decretar el cierre de otros cuatro ámbitos. "Calculamos que se tuvieron que quedar amarrados unas 300 embarcaciones, que suponen alrededor de 600 tripulantes. A ello hay que unir el marisqueo a pie, con lo que superamos las 800 personas", explica Bastos. La semana pasada se abrió la zona IV.1, situada en Baiona. Ayer llegaron las mejores noticias porque a primera hora de la mañana se autorizó la apertura del fondo de la ría: las zonas II.1 y la III, que abarcan desde la línea imaginaria que une Meira y A Guía hacia la ensenada de San Simón y el fondo de la ría, el principal banco de trabajo del sector marisquero. Las cotizaciones fueron buenas para el primer día de trabajo, con la almeja japónica moviéndose entre los 9,60 y los 15 euros y la rubia a 13,70 euros. "Son precios que están bien, esperemos que no bajen porque esta es una época buena para el marisco", cuentan desde el sector. La presencia de visitantes y turistas dispara la demanda del recurso, con la consecuente repercusión en las cotizaciones e importes de venta.

A pesar de la mejoría la extracción continúa cerrada en la zona I, que es la parte más externa (desde Cíes hasta la línea imaginaria que une Rodeira, en Cangas, y Toralla), y la zona II, que se extiende hasta hasta la línea imaginaria entre Meira y A Guía. En estos ámbitos solo está permitida la extracción de la navaja, un molusco que es más resistente a los efectos de la toxina. Además, se mantiene el cierre en la zona IV.2, situada en el entorno de Baiona.

La ría de Pontevedra tampoco se ha librado de este afloramiento de toxina, aunque en este caso empezó a remitir antes. En estos momentos se mantiene cerrada la zona II (salvo para la navaja), que se corresponde con la ría de Aldán, y la parte más interior, desde la isla de Tambo hacia el fondo. El 9 de julio abrió la zona III, que se corresponde con la parte central, y el 23 de julio la IV, que comprende la línea imaginaria que une Aguete y Raxó hasta la isla de Tambo.