La propuesta de modificación puntual de los normas urbanísticas en un ámbito de 17.634 metros cuadrados en el barrio de Ximeu, lo que permitirá la construcción de un supermercado del grupo Vegalsa-Eroski y, como contrapartida, el cierre del autoservicio Familia de la Avenida de Marín, salió ayer adelante en el pleno de Cangas sin votos en contra. El gobierno tripartito defendió la medida con los compromisos de la empresa y de "creación de emprego" en el municipio, y la oposición le reprochó que use ahora ese argumento frente al de "ataque ao pequeno comercio" que utilizaron en otras ocasiones y que aplique una doble vara de medir en función de las personas o empresas que quieren implantarse. A la hora de la verdad, PP, PSOE y Cangas Decide optaron por la abstención, en coherencia con otros casos "similares", mientras que ACE, BNG y ASpUN votaron a favor. "¿"Tantos reproches e tanto debate para absterse?", se preguntó el alcalde, Xosé Manuel Pazos, que ve así superado el primer trámite de una iniciativa que él mismo negoció con los promotores.

El compromiso de la empresa de cerrar el supermercado Familia fue uno de los "puntos fundamentais" de traer a debate la modificación puntual en dicha parcela colindante con la PO-551 y las calles da Torre, Paraíso y Ensinanza. El socialista Alfredo Iglesias preguntó se ese paso "abría a porta a calquera veciño ou empresa" para acceder al mismo procedimiento y lamentó que el desarrollo urbanístico esté supeditado a variar las normas de 1994, "mentres o PXOM segue en impás e nada sabemos". Pazos aclaró que no significa que haya barra libre y que las propuestas de este tipo se tramitarán "dependendo de que se solicite, non de quen".

Para el edil de Cangas Decide, José Luis Gestido, este asunto supone "un novo exemplo da incompetencia" del concejal de Urbanismo, Mariano Abalo, mientras que Rafael Soliño, del PP, calificó de "inaudito, sorprendente e histórico" el cambio de parecer del tripartito en este campo: "Antes decían que acababa co pequeno comercio e agora xa é ao contrario. Benvidos ao reino dos crentes", espetó. Luego desgranó una batería de preguntas para saber por qué se incluyen viviendas unifamiliares y colectivas en ese ámbito, si alguien desde el Concello se lo comunicó o les pidió opinión de si están de acuerdo con construir un supermercado o les informó de los pros y contras. También incidió en que la herramienta más adecuada es el Plan Xeral, cuyos trámites son "similares" a los de una modificación puntual y puso en duda que el tripartito crea en él e incluso que defienda realmente el interés público al contraponerlo con la "desidia" sobre la unidad de actuación 19 o el edificio Noria, con problemas legales.

El alcalde reiteró que la propuesta era de la propiedad, no del Concello, aunque el ejecutivo municipal la respalda porque cuenta con informes técnicos favorables. En cualquier caso, reconoció que ese respaldo no supone dar vía libre a la implantación de cualquier área comercial, ni tampoco de otro tipo de empresas, sino que dependerá de su cometido y utilidad pública. "Se unha filial de Citroën quere facer unha fábrica en Massó para crear 6.000 empregos, asegúrolles que eu partiríame os cornos para autorizala", ejemplificó.

La portavoz del BNG, Mercedes Giráldez, reconoció que su formación política "non está a favor das modificacións puntuais", sino del PXOM, aunque su apoyo en este caso se sustenta en "razóns de seguridade e eliminación de atascos" que genera el autoservicio Familia de la Avenida de Vigo. Mariano Abalo, portavoz de ACE, insistió en ello, aunque advirtió que no tendría "ningún problema en rexeitalo" si los vecinos de oponen, y Tomás Hermelo, de ASpUN, dejó en el aire el apoyo de su grupo "se se propoñen outros centros comerciais".