Galicia es reconocida a nivel nacional por ser uno de los puntos más relevantes de actividad artesanal. Prueba de ello es la esperada inauguración de la vigésima séptima edición de Argálica, la muestra de artesanía más importante del sur de la comunidad y una de las más antiguas. Como cada verano desde 1991, los jardines de O Señal se llenan desde ayer de casetas que hasta el día 31 albergarán los trabajos de un total de treinta y cuatro artesanas y artesanos gallegos, aunque este año destaca una mayor presencia de artistas nacionales e internacionales. Entre los asistentes al acto inaugural se encontraban el alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, la concejala de Desarrollo Económico y Empleo local, Ánxela Vizoso, y el presidente y coordinador de la muestra artesanal, Marcelo Scapinachis.

Argálica defiende el derecho a la supervivencia del oficio del que viven todos los artesanos que en los últimos tiempos han destinado esfuerzos a su propia supervivencia, rechazando de este modo la reventa y los productos no artesanales o de imitación que llegan masivamente de Asia. Scapinachis asegura que este año se produjo un incremento de la calidad de los expositores, quienes mostrarán a lo largo del mercado sus piezas de joyería, bisutería, decoración, cerámicas, madera, cuero o grabados, entre otras muchas alternativas. Además de ser el presidente, Marcelo también participa desde la primera edición de Argálica con su caseta "Sur", consolidándose como uno de los expositores más antiguos junto con el "Chueco", artesano especializado en cuero. El horario de la feria es de 11.00 a 14.00 horas, y por las tardes de 16.00 a 23.00.

Una feria internacional

La variedad artesanal y geográfica es la esencia de los talleres seleccionados este año, de los cuales 22 harán la muestra completa y 12 participarán durante media feria, seis la primera semana y otros seis la siguiente.Entre los expositores se encuentra el donostiarra Iñaki Uribesalgo, dueño de Nardaya, lo que el denomina "una boutique itinerante o taller óptico" con el que descubre un mundo nuevo e innovador para las gafas diseñadas a partir de diversos materiales como "madera, fibra de carbono, cuerno de búfalo o acetato". El artesano aterriza en Argálica por primera vez y asegura estar sorprendido por el mercado local de Cangas, "lleno de vida", en sus palabras.

Y no conformes con el arte propio del país, llegan artistas internacionales como el francés Philippe Lafonte, que con meticulosidad ha realizado a lo largo de sus 40 años de profesión alrededor de 1.300 grabados metálicos, que luego transforma en dibujos. Además advierte que "este oficio se está perdiendo y eso no lo podemos permitir, hay que mostrarlo al mundo". También la caseta "Finollus", del artesano del Bierzo Javier García, alberga un alto número de piezas de cerámica japonesa utilizando la técnica del rakú e incluso maceteros con plantas cultivadas por él mismo.

"Lo importante de Árgálica es que la gente llegue a valorar nuestro trabajo, tiempo y calidad, porque cada pieza que hacemos es diferente, yo no vendo ninguna que no me guste a mí", asegura. Y es que la originalidad de esta feria es tal, que la mayoría no se resiste a darse algún capricho y disfrutar así de tener algo único en sus hogares.