Era en torno a las cinco de la tarde cuando los vecinos de Domaio que estaban en la playa y en el paseo marítimo alertaron de la presencia de una extraña medusa, al menos para ellos, porque aseguran que en esta zona nunca se habían encontrado un ejemplar así. La tensión que provocó la llegada a la costas gallegas de la peligrosa especie Carabela portuguesa, hace que las personas que se encuentran con una medusa, extremen las precauciones.

La medusa de Domaio apareció por detrás del muelle deportivo. Les llamó la atención sus colores y su tamaño más grande. Midieron su diámetro, unos 20 centímetros, y decidieron alertar a la central de emergencias del 112 por si se trataba de un ejemplar venenoso. Desde el teléfono del 112 les comunicaron que el Concello de Moaña acudiría a la zona.

Por su aspecto y según expertos, podría tratarse de un ejemplar de la especie Chrysaora hysoscella, también denominada medusa brújula, aunque los ejemplares inmaduros es fácil confundirlos con la Pelagia noctiluca.

La medusa brújula, que es propia del mediterráneo y del Atlántico Nororiental, tiene una umbrela o campana aplanada, en forma de plato, de entre 1 a 12 centímetros de diámetro; 24 tentáculos, 8 órganos sensoriales y 32 lóbulos periféricos cada uno con una mancha marrón.De este aspecto se dice que recuerda al dibujo de 16 compases abiertos hacia el exterior. De su picadura confirman que es bastante dolorosa.

Por ese temor a la picadura, muchos vecinos salieron del agua austados y decidieron dar la alerta.