El olor a humo de las hogueras de San Xoán ya se dejaba sentir a las 22.00 horas. A esa hora la playa de Rodeira, en Cangas, estaba ya totalmente tomada, la madera apilada y algunas hogueras infantiles ya encendidas. Ya no hay sitio para aparcar en Rodeira y la gente llega cargada de comida, bebida y, también, madera. En carretas llegan a la playa de Rodeira palés y muebles prohibidos, que se camuflan entre otros sí permitidos. Hace horas que las mesas de piedra están ocupadas y en algunas hogueras se colocó ya el estandarte. A esa hora en la que el sol todavía aguanta, los más jóvenes, arropados por sus padres, queman los apuntes de todo el año. Algunos toman la noche de San Xoán como el carnaval del verano y se disfrazan. A medida que entra la noche, Rodeira es un hormiguero de gente y el humo de las hogueras tiende a confundirse con la niebla que alrededor de las 22.00 horas quería entrar en la ría de Vigo, pero que los encantos de esta noche mágica lo impidieron.

Al otro lado de la villa de Cangas: Areamilla y Balea. Los vecinos suben por la Pedra Alta o se meten por la calle Arrecife cargados de bolsas. Aquí se aprovecha cada pequeño trozo del arenal oculto entre las rocas para plantar una hoguera, del tipo que sea. El bullicio de la primera hora de la noche no oculta el calor que se sufrió o gozó, dependiendo de donde uno estuviera, que hubo a lo largo del día. Las predicciones del tiempo se miraban con detenimiento y la mayoría aventuraban una noche sin lluvia. Y menos mal que era de noche, porque, de lo contrario, no se vería el sol con tanto humo. Más de 150 había en el municipio de Cangas, contando la de Vilariño, en O Hío.

En Moaña, tiene fama la hoguera de Samertolaméu, lugar otrora encantado y propicio para estos menesteres. Se prohibieron las hogueras en las playas de A Xunqueira y O Cocho y en la playa del campo de Tirán.

El Bueu también celebra la noche de San Xoán y lo políticamente correcto también desagrada. Es una noche para saltarse lo prohibido, para que el fuego purifique los cuerpos que saltan las hogueras convencidos de que un cambio de ciclo se avecina a partir del 24 de junio. Por eso, en Bueu y en todas partes, el primer baño de la mañana se hace con flores que se cortaron a la hora mágica.