El gobierno local de Cangas tiene previsto llevar al pleno de este mes el inicio del expediente para sacar a concurso la gestión del alumbrado público del municipio. Hace algo más de un mes que el Tribunal de Recursos Contractuales dependiente del Ministerio de Hacienda anuló la adjudicación que había realizado el Concello en favor de la empresa Ferrovial, después de que recurrieran hasta cuatro de la seis empresas que optaban a este jugoso contrato.

En estos momentos se están elaborando unos nuevos pliegos de condiciones técnicas con la consigna de que no se deje nada a la interpretación de la mesa de contratación, es decir, un pliego totalmente objetivo que no pueda sufrir un nuevo revés administrativo, porque ya no daría tiempo a sacarlo a concurso por tercera vez en este mandato que finaliza en mayo de 2019. Según señala el gobierno municipal, se otorgará mayor puntuación a todo aquello que suponga reducir la contaminación lumínica del municipio y también se está barajando cambiar las cifras. El tripartito tiene la intención de ahorrarles un poco de dinero a los ciudadanos, por eso se está estudiando ampliar a más de ocho los años de contrato. Hay que recordar que las anteriores cifras eran de un contrato durante ocho años por un importe de 710.000 euros anuales. Ahora mismo no hay cantidades encima de la mesa. Los técnicos municipales y los externos sigue realizando cálculos.

De momento, según manifiesta la concejala de Obras y Servicios del Concello de Cangas, Mercedes Giráldez, tres empresas que se presentaron la primera vez llamaron al Concello de Cangas para saber si había intención de sacar de nuevo la gestión del alumbrado público a concurso. Se les respondió que sí. Ahora mismo, a la edil no le consta que la empresa ganadora del primer concurso, Ferrovial, hubiese presentado un recurso contencioso administrativo contra la decisión de Hacienda, lo que supondría paralizar todavía más un proceso que el gobierno quiere dejar zanjado antes de finales del presente año. Hay que recordar que Ferrovial había manifestado sus dudas respecto a que el Tribunal de Recursos Contractuales pudiera anular un proceso semejante, máxime cuando ninguna empresa presentó alegaciones a los pliego.

El recurso ante el citado tribunal fue ganado por la empresa Impesapi.