En esta ocasión no es que alguien perdiese o le faltase un tornillo, sino que perdió cientos. Literalmente. Lo que está por ver es si realmente los perdió o si los arrojó a propósito en uno de los cruces con mayor nivel de tráfico de Bueu: en la intersección entre la PO-551 y la calle Pazos Fontenla, a la altura de la escuela náutica. La Policía Local de Bueu recogió en la pasada madrugada más de 200 piezas que se encontraban esparcidas por la calzada, en lo que a todas luces parece un acto intencionado o gamberrada.

Todo indica que además estos hechos están relacionados con otras llamadas recibidas durante la jornada del martes, en la que varios vecinos alertaban de la presencia de tornillos en la calzada y que provocaron pinchazos en las ruedas de varios vehículos. Agentes de la Policía Local tienen constancia de que al menos cuatro automóviles sufrieron algún percance de este tipo ya que los tornillos que se localizaron en los neumáticos eran idénticos. Además, uno de los coches no sufrió solamente un pinchazo, sino que fueron tres las ruedas afectadas.

Hechos premeditados

Aunque lo más plausible es que la presencia de estos tornillos en la calzada se trate de un hecho premeditado, no está claro cuándo se efectuó o si fue en varios lugares y a horas distintas. Las primeras llamadas que recibió la Policía Local son del martes por la mañana, mientras que el aviso de la presencia de cientos de tornillos en el cruce de la PO-551 se registró poco antes de las seis de la madrugada del miércoles. Un vecino que circulaba por la zona vió las piezas esparcidas por ambos carriles y dio aviso a la patrulla de la Policía Local de Bueu, que se encargó de recogerlos y evitar que pudiesen causar más daños a otros automóviles.

Los agentes creen que se trata de hechos relacionados puesto que los tornillos eran completamente nuevos e idénticos en todos los casos.