Una de las incógnitas más importantes que deberá despejar el nuevo Ejecutivo es el futuro de la autovía alternativa a la A-52 para conectar en túnel Porriño y Vigo evitando las accidentadas curvas de Tameiga. El proyecto fue garantizado en abril por Rajoy y De la Serna, pero se incluyó en el Plan Extraordinario de Inversiones en Carreteras y no en los presupuestos ordinarios del Gobierno central, por lo que su ejecución deberá ser ahora ratificada por los socialistas. La inversión se cifró en 337 millones de euros.