Según la concejala de Obras e Servizos, los problemas con la red de saneamiento en Vilariño "veñen de lonxe" y tienen mucho que ver con las "necesidades de maior dimensionamento" del pozo de bombeo, que recibe más caudal del que está preparado, saliendo el sobrante por los aliviaderos. "O que hai non da abasto", reconoce Mercedes Giráldez, y desde la asociación vecinal también echan en falta un anillo de seguridad que recoja esos residuos que desbordan para que no acaben en el entorno.

Giráldez asegura que esas mejoras forman parte del plan de inversiones que la empresa concesionaria debe ejecutar y que aún no ha asumido. Las tensiones entre el gobierno local -sobre todo el concejal de Urbanismo e Facenda, Mariano Abalo- y la compañía, sobre la que pesa un expediente de rescisión, no contribuyen a que la situación se normalice. El proyecto que maneja el Concello para mejorar los pozos de bombeo con deficiencias, entre ellos el de Vilariño, contempla una inversión aproximada de 300.000 euros para este concepto. Giráldez explica que sería necesario ampliar esos vasos, pero también realizar mejoras en los pozos de Vilanova o Pinténs para que alivien al de Vilariño. No obstante, coincide en que una red separativa de aguas pluviales y fecales supondría un importante paso para mejorar una situación que los vecinos dicen estar "cansados de padecer".