El concejal de Facenda de Moaña, Aldán Santamarina, se puso como uno de sus objetivos al asumir el cargo poner el periodo medio de pago a proveedores dentro de los márgenes de la Ley. Se superaban con creces los 100 días y era el Concello de la comarca que presentaba un mayor riesgo de ser intervenido por parte del Estado. Esto sería dramático, pues obligaría al Concello a renunciar a todos aquellos servicios para los ciudadanos que no se centren exclusivamente en mantener el mínimo funcionamiento municipal.

Santamarina explica, tras hacerlo ya en varios plenos, que esta drástica reducción se logró por llevar a cabo "unha política económico rigorosa e ordenada, baseada no gasto responsable e eficiente dos recursos públicos e nas previsións da evolución económica a curto e medio prazo".

El titular de Facenda en Moaña asegura que se alcanzó en su día esos periodos tan altos "por un grande desorde nos pagamentos". Explica que al comienzo del mandato Moaña contaba con más de 2,1 millones de euros de facturas reconocidas y pendientes de pago y con 913.000 euros sin reconocer.